viernes, 22 noviembre 2024

Ribera tacha de «actitud enormemente mezquina» que el PP critique la generosidad ofrecida por Sánchez al independentismo

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, ha calificado de «actitud enormemente mezquina» que el PP critique a Pedro Sánchez por ofrecer generosidad a los independentistas catalanes que provocaron el procés.

Ribera ha confiado en que en las próximas semanas habrá una «traducción concreta» de lo que significa esa generosidad, si bien ha evitado, como Sánchez, mencionar la palabra amnistía.

En una entrevista este miércoles en TVE, recogida por Europa Press, ha reivindicado la voluntad de Sánchez por construir convivencia y progreso en España, lo que pasa por tener en cuenta «las sensibilidades diferentes de partidos y de territorios que ven las cosas de forma distinta».

«Generosidad es intentar integrar todas esas sensibilidades en un proyecto de futuro común de progreso y dentro del marco en el que convivimos, que es la Constitución», ha declarado.

Dicho esto, Ribera ha criticado que el PP dé «torticeramente» por hecho que la generosidad equivale a medidas como una amnistía, sin nombrarla.

Ha asegurado que los ‘populares’ quieren influir en el estado de ánimo de la sociedad –como pasó a su juicio en la pasada legislatura– con una «actitud enormemente mezquina con respecto a la voluntad de defensa del interés general» que el Gobierno tuvo para hacer frente a la pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania.

La vicepresidenta tercera ha reclamado superar esa visión «tan estrecha y excluyente» para trabajar por encontrar soluciones «más generosas».

Así se ha pronunciado al ser preguntada por su opinión sobre que la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pida que Sánchez llame a las cosas por su nombre, considerando que una amnistía no es generosidad y que busca comprar votos para seguir como presidente.

Ribera ha replicado que tanto Gamarra como el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, o el de Vox, Santiago Abascal, tienen «el problema» de que «no han entendido» que España «no es el país sobre el que quieren imponer su propio criterio» sobre las relaciones con Europa o las políticas industrial, ambiental o lingüística.

«Eso es una lectura mucho más reducida de la riqueza y de la diversidad que existe en el panorama social y económico español. Creo que eso es un error que deberíamos superar porque ya se ha demostrado que eso no va a ningún sitio», ha sostenido.

La vicepresidenta tercera ha asegurado, en este sentido, que es «muy difícil imponer un modelo monolítico donde solamente uno se arrogue el interés patriótico de España».