Los chismes son como un humo tóxico que se extiende por buena parte de nuestros entornos sociales. Rumores, críticas y comentarios malintencionados sobre personas que no conocemos en profundidad o que no están presentes son una práctica común. ¿Por qué la gente es cotilla? ¿Qué motiva a las personas a involucrarse en esta conducta, que ha existido desde tiempos antiguos y en prácticamente todos los lugares? Si tú también hablas de los demás, no hay nada malo en ti, de hecho el chisme está en nuestros genes.
9CUIDADO CON NO CONVERTIRLO EN ALGO TÓXICO

La forma en que gestionamos el cotilleo es crucial. Como hemos visto, ser cotilla puede tener aspectos positivos cuando se utiliza para construir relaciones sociales, compartir información útil y crear conexiones con otras personas. Puede ser una forma de establecer vínculos y sentirnos más cercanos a quienes nos rodean.
Sin embargo, se convierte en un problema cuando se utiliza de manera destructiva, para dañar la reputación de alguien, sembrar rumores malintencionados o simplemente por morbo. Este tipo de cotilleo puede ser perjudicial tanto para la persona objeto del cotilleo como para quien lo practica, ya que crea un ambiente tóxico y socava la confianza en las relaciones sociales.