Francisco Igea es el último expulsado de Ciudadanos. La formación que le colocó como cabeza de lista para Castilla y León se niega a asumir su retirada y se ha aferrado al sillón de las Cortes para continuar cobrando del erario público. El que fuera líder de Ciudadanos en Castilla y León recibió su expulsión este lunes, pero ha esperado hasta este jueves, en pleno parón por la investidura, para arremeter contra sus excompañeros y evitar entregar el acta.
Las críticas no se han hecho esperar, más cuando en España se vota a una lista de un partido cerrada y no a la persona, como sí se hace en parte en las elecciones al Senado. La expulsión de Igea, dada a conocer por este medio el pasado lunes, coincide también con la de Edmundo Bal, quien fuera número dos, pero ya sin cargos ni sillón.
Igea ha aceptado la decisión del comité disciplinar de Ciudadanos, pero no ha hecho entrega de su condición de diputado. En su lugar, se ha trasladado al grupo mixto, en el que actúa como portavoz. Y es que, el salario va en el cargo. Según el boletín oficial de Castilla y León, la remuneración alcanza los 1.800 euros brutos mensuales, unos 25.200 euros anuales, a los que hay que sumar 1.000 euros anuales para cubrir el seguro del vehículo por su dedicación exclusiva.
IGEA PREGONARÁ SU TERCERA ESPAÑA DESDE LAS CORTES
El montante es muy inferior al sueldo que cobró como vicepresidente de Castilla y León, cuando percibía casi 81.000 euros, pero todas las voces consultadas apuntan que utilizará su atril para tratar de vender su Tercera España, partido de reciente constitución y que se erige como una alternativa más para el perdido centro en la batalla de bloques.
Igea llegó a decir de su partido que «era inviable», pero ahí mantiene su acta de procurador en las Cortes. Asimismo, Ciudadanos le abrió expediente por sus «difamaciones» e insultos a la Dirección ‘naranja’, hechos que niega de forma tajante y que no ha admitido en su rueda de prensa, ya como ex miembro de la formación. A su juicio, la retahíla de desplantes y desaires no es más que «mantener unas opiniones sobre las decisiones políticas y estratégicas del partido».
Igea se defiende como candidato de un partido y de un programa electoral. Y es que, todo vale para el exnaranja con tal de mantener el acta de diputado. De hecho, ha asegurado que su intención no es la de engañar ni los electores de la Comunidad ni los votantes de Ciudadanos, pero ahí se mantiene.
LA ÉTICA DE IGEA, CONTRARIA A LA ‘TERCERA ESPAÑA’
De hecho, asegura que mantendrá la actividad con el mismo programa de un partido que le ha expulsado. Por norma ética, cualquier diputado expulsado suele dejar el acta y esperar la confianza de los electores en unos nuevos comicios. Para Igea, este ideario cambia por completo y asegura que fueron los castellanoleoneses quienes votaron por él y no a unas listas, como si el programa de Ciudadanos lo hubiera establecido con sus directrices y colocado a las personas por Valladolid.
No le daremos hoy la oposición, ya sería mucho darles el gobierno y darles la oposición, sería mucho
El programa se presentó en toda la Comunidad, en sus nueve circunscripciones y sus correspondientes nueve listas. En total, 81 candidatos más los suplentes. Sólo Igea obtuvo la representación por Valladolid, pero asegura ahora que no hay que «engañar a los electores, no defraudarlos, no darles gato por liebre».
Su sustituto tendría que ser Miguel Ángel González, contratado ahora como asesor del PP en la Consejería de la Presidencia. Para Igea, este hecho supondría otorgar la oposición al PP, que gobierna en la Comunidad con el apoyo de Vox.
IGEA, CONTRA LOS PERSONALISMOS, PERO SIN SOLTAR EL ASIENTO
El propio exvicepresidente de Castilla y León aseguró que estuvo en contra de dar el Gobierno al PP durante la pasada legislatura, pero no le hizo ascos al cargo, tampoco dimitió entonces pese a asegurar que estuvo en contra de la decisión tomada por la Dirección de Ciudadanos. Una incongruencia en su argumento ya que admite indiciariamente que no se votó a un candidato, sino a un partido y las decisiones se adoptaron en la cúpula del mismo.
«Ya le dimos al Partido Popular el Gobierno en su día, contra mi opinión. No le daremos hoy la oposición, ya sería mucho darles el gobierno y darles la oposición, sería mucho», aseguró Igea, que dará a conocer la decisión de Ciudadanos a la Mesa de las Cortes para continuar en su sillón como diputado por Valladolid. En su alegato final insiste en que Ciudadanos es un partido que ha tomado la decisión de dejar de existir en Castilla y León.
Desde su asiento mantendrá ahora la ideología de la ‘La Tercera España’, la nueva formación fundada por expolíticos de UPyD, Ciudadanos e intelectuales, una plataforma de izquierda y enfocada al futuro, pero cuya única arenga principal es poner de vuelta y media a Pedro Sánchez y al actual PSOE. El mensaje alarmista consiste en alertar de una «implosión» en España, con una «derecha indecisa» y una izquierda que ha tirado por la borda su ideario para abrazar el populismo, la demagogia y el oportunismo. También critica el personalismo, aunque Igea haya hecho oídos sordos a estas críticas al erigirse como un electo por sí mismo y no por un partido como Ciudadanos.