El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, utiliza a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para facilitarle todas sus gestiones, como son, la negociación de Puigdemont, y la inminente retirada de la vieja guardia de Unidas Podemos.
Así, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, ha expresado su optimismo sobre la posibilidad de un nuevo Gobierno de coalición progresista junto al Partido Socialista. Su optimismo se debe a la reunión que mantuvo, en Bruselas, con Carles Puigdemont, líder de Junts; pues, como es sabido, dicha coalición progresista, junto con la investidura del presidente, que ve con tanto optimismo la vicepresidenta, está en manos del mencionado líder, condenado, de momento, por la justicia española.
Tras el encuentro, la líder de Sumar ha informado de su convencimiento de que habrá dicho ‘gobierno progresista en España’.
LA MINISTRA DE TRABAJO, LA INTERMEDIARIA QUE SÁNCHEZ NECESITA
La ministra de Trabajo no informa de qué es lo que le ha ofrecido en nombre de Pedro Sánchez a Puigdemont para salir con tanto optimismo de la reunión con él. Y sería de interés, y su deber informar, dado que sus generosos ofrecimientos salen de los fondos públicos y de deteriorar seriamente la Constitución, como señaló el otro día el mismo Felipe González.
La discreción en las conversaciones para la investidura es necesaria para proteger las negociaciones y garantizar que el resultado, gracias a la magia de llamar a lo blanco negro, logren ajustar lo inajustable al marco constitucional.
La increíble pero cierta, ‘reunión’ la líder de Sumar y Puigdemont se produjo poco antes de que el partido de éste último hiciera públicas sus condiciones para que Sánchez logre su ansiada investidura.
Entre estas condiciones, se encuentran una ley de amnistía, para desdecir lo establecido en la Constitución (hasta ahora norma suprema de nuestro ordenamiento), así como la figura de un ‘relator’ para mediar en las negociaciones, de la confianza del ahora real boss de España, con el fin del reconocimiento de la legitimidad del independentismo y el abandono de la vía judicial.
Es decir, con el fin de hacer un reconocimiento público de que todo fue un error del Estado, hasta ahora de Derecho, español. Todo lo cual, lejos de hacerse alguna cuestión la vicepresidenta, la llena de optimismo. Envidiable alegría.
Con sus particulares gafas, la vicepresidenta no ve problema alguno en vulnerar la Constitución ni en arruinar los fondos públicos, y ve un avance para los derechos (si bien no ha concretado qué derechos serían los mejorados), y para la diversidad (ni idea de a qué beneficio se puede referir) ampliar el acuerdo a los nuevos socios, enemigos declarados de los intereses de España.
SÁNCHEZ Y SUS NUEVOS SOCIOS
Esta reunión ha generado un profundo impacto, en tanto esta reunión, además de tener un coste económico, transgrede por completo las funciones debidas de una vicepresidenta hacia el interés público, así como el respeto debido a las instituciones del Estado de Derecho. Más adecuado sería que fuera a la cárcel a visitar a los que están cumpliendo con la justicia, que a ‘negociar’ nada menos que con una persona que está huida de España, sin acatar la justicia española, que le imputa varios cargos de importancia contra el Estado Español, entre otros, una acusación de malversación grave, relacionados con el proceso independentista de Cataluña.
Una de las cualidades esenciales del sistema democrático es el diálogo entre diferentes fuerzas políticas; el asunto es que aquí no hay diálogo entre diferentes partidos (que bien sabemos lamentablemente el poco aprecio por el diálogo que la vicepresidenta muestra hacia los demás partidos que no le sirven para permanecer en su poder, y a cambio su gusto por los insultos).
La negociación del gobierno en funciones, aprovechando disponer de los bienes públicos, con una persona que, para entrar en España, tiene que pasar por la justicia, esto es: con la que no se puede reunir la vicepresidenta o, que de hacerlo, sólo le podría transmitir lo que ha dicho el poder judicial: que tiene que presentarse ante la justicia, para poder empezar a hablar, algún día.
El encuentro planteó, asombro, y grave preocupación, por la falta de respeto al poder jurisdiccional, y al resto de instituciones del Estado de Derecho, por parte de una ministra, que en su desfachatez trapichea con la Ley y el dinero público, como si fueran bienes propios, con un fugado de la justicia. Y efectivamente eso es lo que ha sido su reunión, una reunión por asuntos propios, por su único interés: cómo quedarnos en el poder Pedro y yo (dicho con la magia del palabreo política: para que el expresidente de la generalitat exponga sus condiciones a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez), no por defender interés alguno de los españoles.
SÁNCHEZ NO CUENTA CON LA VIEJA GUARDIA DE PODEMOS
Por otro lado, en el otro frente de retirar Unidas Podemos; Sumar, la coalición de izquierda liderada por la ministra de Trabajo, presentó ocho nuevas cabezas de lista al Congreso de los Diputados en las elecciones generales del 23 de julio en Andalucía, marcando un cambio significativo con respecto a las elecciones anteriores de noviembre de 2019. La ministra de trabajo, candidata a la Presidencia del Gobierno por la coalición, ha priorizado las propuestas de Izquierda Unida (IU) sobre las de Podemos, reduciendo la influencia del partido morado en la coalición.
La Barbie besucona sigue de ronroneo constante con el felón monclovita por un lado y el prófugo de Waterloo por el otro; preparando el descorche de un Moet Chandon, ya bien frío, para cuando se oficialice la anunciada traición al estado de derecho y a España.
Quién utiliza a quien? Los dos han dejado ya un reguero de occisos políticos en sus caminos. Pero aunque Beiras y Montero, como interfectos de Yoli que son, puedan pensar pensar que la Ferrolana utiliza al jefe del PSOE, la observación de la realidad es que el hobessiano presidente dejará tirada a la lideresa de Sumar en su calculado momento.