La alimentación puede ser uno de los grandes aliados de quienes sufren problemas relacionados con la inflamación. La organización mundial de la salud (OMS) calcula que actualmente más del 80% de la carga mundial de enfermedades está relacionada con los estilos de vida adoptados, a través de una alimentación inadecuada.
Una dieta antiinflamatoria, preparada a partir de los principios de la medicina nutricional, será la mejor respuesta para bajar la inflamación acompañada de la aparición de muchas enfermedades como son el asma, la artritis, el cáncer, el Alzheimer, el autismo, el síndrome metabólico, la enfermedad celíaca, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
7Conclusión
Se recomienda, para la prevención de enfermedades relacionadas con la inflamación, incorporar una dieta antiinflamatoria como parte del estilo de vida saludable. Se debe ser consciente que será necesario tiempo para cambiar el estilo alimentario y que los primeros cambios en la dieta deben ser graduales.
Además, dado que todas las personas son diferentes, no hay una dieta exacta que sea adecuada para todos, por lo cual se debe utilizar la asesoría nutricional profesional para lograr satisfacer las necesidades específicas de cada individuo, antes de establecer una dieta antiinflamatoria.
Una dieta antiinflamatoria presenta numerosos beneficios, desde un menor riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes, hasta la protección del ADN, mejora del metabolismo y disminución del estrés. Por todas estas razones es importante tener presente la incorporación de un estilo alimentario que favorezca la reducción de los procesos inflamatorios en el organismo.