El PSOE de Pedro Sánchez tiene prisa, mucha prisa para alcanzar un acuerdo lo antes posible con Carles Puigdemont. La amnistía bien vale un Gobierno, pese a la guerra interna generada. Pedro Sánchez es quien mejor lo sabe. Fue expulsado y regresó como un ciclón para barrer a los barones, con la excepción de Emiliano García-Page, y poner al frente a los suyos, como a Juan Espadas en Andalucía.
La supervivencia está en el ADN de Pedro Sánchez, como también la crítica constante al presidente del Gobierno en funciones en el de Felipe González. Dos corrientes contrapuestas desde el cambio del PSOE para acordar una alianza con Podemos. Sánchez aseguró que «no podría dormir tranquilo» si alcanzara un pacto con los de Pablo Iglesias. No obstante, la realidad ha sido muy diferente. El líder de los socialistas no sólo ha pactado con los ‘morados’, además ha continuado con Sumar, con la comunista y sindicalista Yolanda Díaz como vicepresidenta tercera y ministra de trabajo.
¿Qué será lo siguiente? ¿Expulsar a Felipe González?
Asimismo, este nuevo PSOE se empeña en poner todo tipo de trabas a las voces críticas. Muestra de ello es la salida por la puerta de atrás de Meritxell Batet, número uno por las listas de Barcelona y expresidenta del Congreso. Las voces consultadas por MONCLOA apuntan a «fuertes discrepancias por la amnistía y la negociación con Junts a cualquier precio». Oficialmente, la renuncia de la principal diputada del PSC se debió a motivos personales. «No ha gustado nada que Pedro Sánchez haya vendido la idea de conformar un Gobierno progresista a cualquier precio», han señalado las mismas fuentes.
EL PSOE DE PEDRO SÁNCHEZ CONSTRUYE EL RELATO
Además, el PSOE está empeñado en cerrar toda crítica con decisiones drásticas. «¿Qué será lo siguiente? ¿Expulsar a Felipe González?», reflexionan.
Los socialistas buscan cerrar la negociación con Puigdemont en cuestión de semanas, pero Junts tratan de tener la sartén por el mango, y lo más importante, el control del fuego para calentar a los suyos. En este sentido, Puigdemont no sólo busca gestos o guiños, sino también abrir la vía de los hechos. Desde Junts deslizan la necesidad de tramitar la ley de la amnistía y al mismo tiempo sentar las bases de un concierto vasco a la catalana.
No obstante, el PSOE puede dar su golpe de efecto si así lo considera Pedro Sánchez. En este sentido, el presidente del Gobierno en funciones podría contrarrestar todos los relatos de un solo golpe al rechazar la amnistía. Por un lado, tendría su propio relato para desactivar las movilizaciones del PP tanto en Madrid como en Cataluña, ya que los ‘populares’ lo ha apostado todo a un final feliz de los socialistas con los de Puigdemont. «Sin amnistía, no hay nada que reivindicar», consideran las mismas fuentes.
Sin embargo, los ‘populares’ tendrán que construir el relato contrario: una nueva marcha atrás de Pedro Sánchez, un cambio de paso obligado por la corriente constitucionalista. De esta forma, ambos pueden presentarse como garantes de la unidad de España, pero quien tenga los altavoces estratégicos es quien tendrá la sartén y el control de la situación.
LA MANIOBRA DEL PSOE PARA DESACTIVAR A SUMAR Y PP
Con esta maniobra, el PSOE, además, podrá mostrar en una hipotética nueva campaña electoral la foto de la vergüenza de Yolanda Díaz con Puigdemont, unas imágenes en las que se ve muy sonriente a la ministra de Trabajo y vicepresidenta tercera con un prófugo de la justicia.
A Junts también le favorece este relato. De ahí que Puigdemont tenga todo preparado para unas elecciones. «Sin amnistía tampoco hay Gobierno», apuntan fuentes del espectro independentista. La guía básica de los irredentos se centra en la confrontación, un juego donde Puigdemont se mueve demasiado bien en Waterloo, más cuando el adversario político a batir es ERC, sea con Oriol Junqueras o Pere Aragonès a la cabeza. En unos nuevos comicios, Junts tratará de enterrar más a ERC, el partido que más ha perdido en las pasadas elecciones del 23 de julio.
Con todo, el PSOE mantiene su barco escorado a popa, con un fuerte coletazo y esperando nuevos vientos que empujen las velas cuando la amnistía se apacigüe tratarán de La confrontación manda y más cuando la hegemonía en el independentismo está en juego.
EL PSOE TRATA DE MENOSPRECIAR EL ENCARGO DEL REY A FEIJÓO
Hasta ahora, el PSOE ha presentado un relato de «ganador moral» de los últimos comicios generales al contar con la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta con todo el arco parlamentario a excepción de PP, Vox, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria. Todo ello, tras ganar apenas un escaño más respecto a los anteriores de 2019. La diferencia con el PP se ha agrandado en esta última legislatura, con los 137 de Alberto Núñez Feijóo.
La estrategia de los socialistas pasa ahora por menospreciar la investidura del líder del PP, a la que definen como «una pérdida de tiempo» a pesar de ser ordenada por el rey Felipe VI. «Se entiende mal la pérdida de tiempo de un candidato que sabiendo su incapacidad de conseguir mayoría en el Congreso ha sometido al país a la parálisis y al bloqueo», se afirma en el último editorial de El Socialista, el principal altavoz del PSOE.
Además, la revista de referencia de los de Pedro Sánchez tratan de hundir la imagen de Feijóo, como si de una contienda electoral se tratara, un hecho que se entiende como un paso más hacia una repetición electoral que conllevaría otros más de 240 millones de euros en materiales y organización.
UNA LEGISLATURA CON FECHA DE CADUCIDAD
La fecha, en caso de que el Rey no realice otro llamamiento al PSOE, será previsiblemente entre diciembre y enero, de nuevo en días nunca antes experimentados, como ha ocurrido al ponerlas el pasado julio, en plenas vacaciones de verano.
Por último y no menos importante, si Sánchez logra el apoyo de Junts, la debilidad del Gobierno será más que manifiesta. «No le doy ni dos años a la nueva legislatura», destacan las mismas fuentes. En este sentido, no creen que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aguante la presión de Junts, PNV y ERC para mantenerse en La Moncloa.