La DGT tiene varios radares distribuidos a lo largo de las carreteras españolas con el objetivo de que los conductores tengan mesura y no superen los límites de velocidad impuestos. Hay radares fijos, que son fácilmente detectables porque se sabe su ubicación, y radares móviles, que pueden cambiar de posición según las necesidades del tráfico. Son sensibles y precisos, razón por la que la Dirección General de Tráfico los tiene como un arma infalible para combatir los excesos de velocidad. No obstante, los agentes de tráfico no siempre los utilizan de forma adecuada, un punto que puede beneficiar a los conductores. Aquí te dejamos algunos pasos que pueden ayudarte a evadir algunas multas. ¡Alerta!
3A qué distancia debe estar un radar

Las directrices sobre los radares están recogidas en la última normativa de la Unión Europea UNE en 1317, en vigor desde el pasado 2011. La U determina que los radares deben estar situados al menos a 1,30 metros de las barreras para respetar la seguridad y que las mediciones se consideren válidas. Algunas mediciones han determinado que cerca del 30% de los radares españoles no están bien colocados. Lo que busca la Dirección General de Tráfico es que las carreteras estén limpias de infractores y los ciudadanos/as pueden caminar tranquilos por la vía pública. Esta es la razón por la que hay un gran número de normas e imposiciones, aunque algunas como esta tienen truco.