El retorno del lobo a las regiones de la Unión Europea, donde ha permanecido ausente durante un tiempo, está provocando cada vez más desencuentros en las comunidades agrícolas y organizaciones de cazadores.
El presidente de La Real Federación Española de Caza (RFEC), Manuel Gallardo, ha pedido al Gobierno de España el control del lobo en base al nuevo posicionamiento de Europa. Pues, por ello, La Comisión Europea ha puesto en marcha una nueva etapa en su empeño por solucionar los problemas que causa el regreso de esta especie.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Vonder Leyen ha declarado que «la concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos. Insto a las autoridades locales y nacionales a que tomen medidas cuando sea necesario. De hecho, la legislación vigente de la UE ya les permite hacerlo».
CAMBIAR LA CALIFICACIÓN DE ESPECIE PROTEGIDA
Los cazadores han presentado un documento a la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, donde la federación insta al Gobierno a que actualice los datos de censado, recopile los censos autonómicos recientes, e impulse a realizarlos en comunidades desactualizadas o de nueva expansión de la especie, y en base a estos datos, se permita un control del lobo, excluyéndose del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) en todas las comunidades con poblaciones estables, en crecimiento, y en las que se han registrado ataques.
Efectivamente, los datos muestran que el lobo se encuentra en expansión. Y, además, que ha sido el causante de la baja de más de 10.000 cabezas de ganado al año en España, siendo Castilla y León la comunidad más afectada que suma 5.080 muertes, un 19% más desde que se prohibiera su caza.
El presidente federativo, Manuel Gallardo, ha pedido a la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que escuche a Europa, «deje de ponerse de lado en una situación insostenible para las comunidades del norte del Duero, y permita un control cinegético que no siga ahogando al sector ganadero, ya que la decisión de incluir al lobo en el LESPRE fue plenamente ideológica y, por ello, de nuevo, la especie tendrá que ser controlada».
EL LOBO NO SE ENCUENTRA EN PELIGRO
Así, los cazadores han solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España un control cinegético del lobo, donde pide flexibilizar el estado de protección del lobo en aquellos territorios donde goce de buen estado de salud.
El presidente de la Federación Catalana de Caza, Sergio Sánchez, ha recalcado que «el lobo no se encuentra en peligro»; que no piden una apertura de la caza sin control, pero sí entienden, y es lo que solicitan, que «se tienen que hacer aquellas capturas que sean necesarias para contribuir a que la especie no genere daños».
Sergio Sánchez ha apuntado que la posición española «debería estar alejada de los posicionamientos animalistas radicales que, sobre todo, lo que no hacen es observar la realidad de lo que pasa en los pueblos de España».
‘LAS AYUDAS LLEGAN, MAL, TARDE Y LA MAYORÍA DE LAS VECES NO SE RECONOCEN COMO ATAQUES DE LOBO’
LOS CAZADORES, CONTRA LA CAZA DE TROFEO
«La caza de trofeo es una caza muy selectiva y lo que hace es proteger que las poblaciones de esta especie estén sanas para poder desarrollar trofeo; pues, si no están sanas, no hay trofeo que valga, pero que a la caza en concreto no le generan un daño perceptible, pero sí a los pueblos de España», ha defendido Sergio Sánchez.
Sergio Sánchez ha apuntado que «los lobos no se pueden aprovechar como si fueran conejos o predices, sin embargo, se tiene que permitir esta extracción controlada de ciertos animales que generan daños y que impiden la vida en los pueblos de España».
Además, el presidente de la Federación Catalana de Caza ha recalcado que la ganadería es la que se encuentra en peligro en «las zonas en las que hay muchos lobos, pues es inviable; entre otras cosas, porque las ayudas llegan mal, tarde, y muchas veces no se reconocen ataques de la especie». A lo que ha añadido que «los ganaderos tienen que hacer frente a todos los gastos».