La Unidad Militar de Emergencias (UME) continúa desplazada en la localidad de Amizmiz, epicentro del terremoto de Marruecos, en busca de posibles supervivientes.
El equipo está compuesto por 56 militares y cuatro perros que trabajan a contrarreloj desde hace una semana en la localidad afectada. El grupo es desplegado dentro del marco del INSARAG de Naciones Unidas (Grupo Asesor Internacional de operaciones de búsqueda y rescate), que cuenta con cincuenta equipos certificados en el mundo.
El campamento internacional se encuentra en una de las ciudades históricas de la provincia de El Haouz, Amizmiz. Y es en esta ciudad donde se coordinan todas las labores de rescate.
Este grupo es el encargado de realizar las búsquedas y rescates, así como de establecer las normas internacionales mínimas para los distintos equipos, y de coordinar una metodología internacional que dé respuesta a las situaciones de catástrofe por terremoto.
LA UME, EL NEXO DE UNIÓN ENTRE LAS AUTORIDADES MARROQUÍES
Todos los equipos internacionales deben, por tanto, dirigirse a este RDC para ser informados de la situación de las zonas afectadas, de las áreas asignadas a cada equipo, y de cómo y dónde encontrar el soporte logístico necesario; siendo, así, la UME-RDC el nexo de unión entre los equipos que despliegan las acciones, y las autoridades marroquíes.
Así, uno de los comandantes de la oficina de comunicación pública de la UME, Manuel González, ha explicado a MONCLOA que recientemente han realizado una búsqueda en una aldea próxima, donde se encontraba «un posible superviviente». Y seguidamente las autoridades locales han indicado que van a hacer un primer reconocimiento para verificar esta información, y proceder a confeccionar el worksite.
Además, la UME ha informado que el pueblo de IMI N’Tala ha quedado totalmente derruido por los escombros; y que la carretera se encuentra bloqueada, impidiendo el acceso a los efectivos de la UME, y a los demás servicios que están ayudando en esta operación de rescate. Localidad de difícil acceso ya de por sí, pues se encuentra en una de las zonas del Geoparque Nacional de Tubkal, el pico más alto de Marruecos, a casi 2.000 metros de altura, una de las rutas más conocidas por los aficionados del trekking.
LAS ZONAS RURALES, LAS MÁS AFECTADAS
Así mismo, la Unidad Militar de Emergencias tiene previsto rastrear la aldea de Talat n’Yaaquob, a unos 70 kilómetros de Amizmiz. Según Manuel González la accesibilidad es muy complicada, por lo que intentarán acercarse lo máximo posible, con los vehículos 4×4, para continuar después el trayecto a pie, por lo que tendrán que llevar a pie todo el material sanitario necesario.
La aldea tenía una población total de 7702 personas, que vivían en 1494 hogares. Y es una de las más afectadas, porque sus carreteras han quedado cortadas, y se complica enormemente el transporte de alimentos y agua.
Además, desde hace unos días, se han sumado al equipo de la UME cuatro perros rastreadores para que detecten el olor de las personas, y faciliten la búsqueda de posibles supervivientes.
LOS SOLDADOS DE CUATRO PATAS
Estos perros son previamente sometidos a una serie de pruebas de aptitud física que realiza el Centro Militar Canino de la Defensa, con el fin de descartar, entre otros aspectos, algún tipo de anomalía sanguínea o problemas articulares por displasias. Aparte, deben superar diversas pruebas de aptitud, para las tareas que van a ser requeridos, que realiza y evalúa un equipo cinológico.
Los perros escogidos cumplen, por lo pronto, doce años de funcionamiento militar, dentro de la unidad canina del Centro Militar de Cría Caballar de Ávila.
Los perros, pies, han sido entrenados para entrar en acción cuando su labor sea necesaria; como es el caso, y resultan ser un elemento esencial de ayuda en las emergencias a las que acuden los servicios de la UME. Y, como todos los perros de búsqueda y rescate, son entrenados de manera que su trabajo, cuyo objetivo principal es salvar vidas o localizar cuerpos, lo vean como algo divertido: El mecanismo de entrenamiento con el perro es el juego, explican sus entrenadores. El objetivo es que el perro localice a la víctima, la marque y, una vez que la marca, los militares inician el protocolo de supervivencia.
Por el momento, el terremoto de Marruecos roza los 3000 muertos, y los heridos ascienden a más de 5600, según las cifras mostradas por el Ministerio marroquí del Interior.