El truco más sorprendente (comprobado científicamente) para dejar de sentir hambre

La obesidad ciertamente representa un desafío importante para la salud a nivel mundial. Se estima que más de 650 millones de personas están afectadas por esta enfermedad. Si bien la obesidad es una afección compleja influida por múltiples factores, la dieta juega un papel fundamental en su desarrollo. El exceso de ingesta calórica, el consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares, junto con otros aspectos como la falta de actividad física, pueden contribuir al aumento de peso y al desarrollo de la obesidad.

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COMEMOS CON LOS OJOS

La vista de comida deliciosa puede estimular la producción de saliva en la boca. La saliva contiene enzimas digestivas que comienzan a descomponer los alimentos antes de que lleguen al estómago. La anticipación visual de una comida puede activar la secreción de ácido gástrico en el estómago. Esto prepara el sistema digestivo para descomponer los alimentos cuando finalmente se ingieren.

También se estimula la vesícula biliar para liberar bilis y lo más importante: La anticipación visual de la comida también puede afectar las hormonas relacionadas con el apetito y la saciedad. Por ejemplo, puede aumentar la liberación de la hormona ghrelina, que estimula el apetito, y la insulina, que regula los niveles de azúcar en sangre.