La obesidad ciertamente representa un desafío importante para la salud a nivel mundial. Se estima que más de 650 millones de personas están afectadas por esta enfermedad. Si bien la obesidad es una afección compleja influida por múltiples factores, la dieta juega un papel fundamental en su desarrollo. El exceso de ingesta calórica, el consumo excesivo de grasas saturadas y azúcares, junto con otros aspectos como la falta de actividad física, pueden contribuir al aumento de peso y al desarrollo de la obesidad.
4INTESTINO HAMBRIENTO
Cuando comemos, los alimentos pasan por el estómago y luego llegan al intestino delgado, donde se produce la mayor parte de la digestión y la absorción de nutrientes. Durante este proceso, se liberan hormonas intestinales, como la colecistoquinina (CCK) y el péptido YY (PYY), que desempeñan un papel importante en la regulación del apetito y la señalización de saciedad.
En algunas personas, el intestino puede no liberar estas señales de saciedad de manera eficaz, lo que puede llevar a sentir hambre nuevamente poco después de comer una comida normal. Esto puede deberse a diversas razones, como problemas hormonales, desequilibrios en la flora intestinal o trastornos gastrointestinales.