Varapalo judicial a Miquel Buch y aviso a Carles Puigdemont. La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado al exconsejero de la Generalitat a cuatro años y medio de cárcel; otros diez años y medio de inhabilitación especial por el delito de malversación; junto con otros nueve años y medio por prevaricación. Todo por designar a Lluís Escolà, agente de los Mosso d’Esquadra, como escolta de Carles Puigdemont en su viaje a Waterloo (Bruselas).
Según el fallo judicial, Buch y el propio agente se harán cargo de la mitad costas judiciales, un dinero que irá a sufragar la defensa de Ciudadanos, la formación que interpuso la denuncia por prevaricación y malversación de caudales públicos. Puigdemont ya se encontraba fugado extranjero y Escolà le acompañó durante el trayecto. Para Escolà, la Audiencia Provincial le condena a cuatro años de cárcel por el delito de malversación, al considerarlo autor del mismo. Además, se suman otros diez años de inhabilitación para el cargo público.
Los jueces, por otro lado, han defendido al intendente Toni Rodríguez y a los investigadores del caso. Este miembro de los Mossos d’Esquadra fue cesado de forma fulminante en 2021 y trasladado a la Comisaría del municipio barcelonés de Rubí.
BUCH Y EL ESCOLTA DE PUIGDEMONT
Buch designó a Escolà como escolta al ser uno de sus agentes de la máxima confianza y jefe del operativo del cuerpo con Puigdemont. El agente, además, ha sido condenado como cooperador necesario del delito de prevaricación, que acompañan otros nueve años de inhabilitación.
Con este entramado, el agente y Buch deberán devolver los sueldos de asesor de la Consejería de Interior, cargo por el que fue designado para establecerse en Waterloo. En total, 52.712 euros sacados de las arcas públicas.
Escolà no sólo acompañó a Puigdemont, principal beneficiario de la maniobra de Buch, sino que ejerció de escolta del prófugo expresidente de la Generalitat. El exconsejero de la Generalitat realizó el dispositivo para trasladar al huido Puigdemont a Francia en la noche del 29 de octubre, un trayecto en el que realizaron una breve parada hasta llegar a Bélgica. Buch fue de nuevo consejero de la Generalitat en mayo de 2018, poco más de siete meses después de la salida de Puigdemont.
Escolà era entonces sargento de los Mossos d’Esquadra en el momento de la huida y para mantenerse en el país europeo pidió días libres, vacaciones y encadenó bajas médicas. Todo ello, con el fin de guardar las espaldas a Puigdemont durante su tiempo libre.
LA SENTENCIA CONTRA BUCH PONE CONTRA LAS CUERDAS A PUIGDEMONT
Poco después de la llegada de Quim Torra al poder autonómico, Buch ascendió a Escolá como asesor. Según el fallo, de 88 páginas, tanto el consejero como el mosso d’Esquadra eran «conscientes» de que el cargo no tenía el objetivo real, sino otorgar un salario por cubrir a Carles Puigdemont. La investigación aportó pruebas, como las fotos del propio condenado en redes sociales junto al expresidente de la Generalitat.
Por otro lado, la condena de prisión para ambos es inferior a las peticiones que realizó la Generalitat. En este sentido, se exigieron seis años de prisión y otros 27 de inhabilitación; mientras que a Escolà, con cuatro años y medio de cárcel y otros 23 de inhabilitación.
La sentencia por prevaricación y malversación contra Buch podrían pesar aún contra Puigdemont. El expresidente de la Generalitat se enfrenta a posibles delitos de prevaricación, aunque ya no de sedición tras los cambios del Gobierno de Pedro Sánchez. Su caso pende ahora del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, quien puede activar la euroorden en cuanto estime oportuno.
PUIGDEMONT Y EL ACECHO DE LA EUROORDEN
No se descarta que realice la petición en estos meses dadas las críticas desde la Justicia a los nuevos caminos tomados por la política. No obstante, no se pone en duda la integridad de quien metió entre rejas a los independentistas por el 1-O. Puigdemont podría correr el mismo camino dado que el delito de malversación de caudales públicos es muy similar en todos los países europeos, no así con la sedición.
No nos acostumbremos nunca a que los gobernantes puedan malversar dinero para pagarse sus fiestas, como ha hecho aquí el independentismo
Tras esta situación, Puigdemont ha cargado contra este «acto de barbarie». «Si no han entendido la razón por la que no renunciaremos nunca a la unilateralidad y a la independencia, y por qué desconfiamos del Estado español, aquí tienen una de las muchas que tenemos acumuladas», ha destacado.
Ha añadido que los condenan «como un acto de venganza y represalia», y considera que era previsible que pasara, algo que ya sabían todos los que han estado relacionados con la causa.
UNA DENUNCIA DE CIUDADANOS
El líder de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa, ha advertido al PSOE de que el caso de Buch no puede quedar «impune» con una posible amnistía. «No pueden amparar este tipo de conductas ilegales, que entran a saco en el dinero de todos los catalanes», ha señalado en un vídeo.
Para el líder de Ciudadanos en Cataluña, el caso de Buch es un caso «de extraordinaria gravedad» y la ley es igual para todo el mundo, por lo que considera lógico que condenen a quien la incumple. «No nos acostumbremos nunca a que los gobernantes puedan malversar dinero para pagarse sus fiestas, como ha hecho aquí el independentismo», ha afirmado.
Carrizosa fue quien denunció a Buch públicamente en el Parlament y le advirtió de la malversación por pagar al «escolta de un fugado». En este sentido, la formación ‘naranja’ vuelve a mostrar que sus acciones judiciales sirven, aunque la justicia no va tan rápido como se espera.