Te invitamos a descubrir el irresistible mundo del bizcocho borracho, una joya culinaria que puedes disfrutar en tan solo 30 minutos. Originario de Guadalajara, España, este pastelito es uno de los productos más emblemáticos de la región, junto con la miel de Alcarria.
Este bizcocho, como su nombre lo indica, se empapa con un almíbar a base de vino dulce, lo que le confiere su característico sabor y textura jugosa. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando estos «pastelitos borrachos» empezaron a ganar fama en todo el país, convirtiéndose en un producto turístico de compra obligada al visitar la zona. Cada porción se presenta de manera individual, envuelta en su papel o cápsula, similar a una magdalena alargada.
Su sabor suave y dulce, donde el alcohol no molesta en absoluto, lo convierte en el complemento ideal para una merienda o para acompañar tu café. La receta es tan fácil como la de un bizcocho común, con el único secreto de preparar un almíbar perfecto para empapar cada bocado.
3Continuemos con los pasos finales para crear nuestra receta irresistible
Paso 6: Coloca el bizcocho en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 25-30 minutos. Puedes comenzar a comprobar si está listo después de unos 20 minutos de horneado.
Paso 7: Mientras el bizcocho se hornea, en una cacerola a fuego medio, combina el agua, el azúcar y el vino. Lleva la mezcla a ebullición durante 5 minutos y luego apaga el fuego.
Paso 8: Saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar un poco y retira el papel de la base. Luego, coloca el bizcocho en un recipiente o fuente más grande para que puedas bañarlo.
Paso 9: Generosamente, baña el bizcocho con el almíbar que has preparado. Asegúrate de utilizar todo el almíbar para que el bizcocho quede bien empapado.
Paso 10: Para darle el toque final, mezcla el azúcar con la canela y espolvorea esta mezcla sobre el bizcocho. Puedes servirlo de inmediato o refrigerarlo para disfrutarlo frío.