Hasta el momento, teníamos la creencia de que el desayuno típico consistía en alimentos dulces. Si reflexionamos sobre los anuncios de años atrás que promocionaban los alimentos ideales para desayunar, nos vendrán a la mente imágenes de galletas, pastelitos, una variedad de productos de repostería, mantequilla, margarina y toda clase de productos con chocolate.
Controlar los niveles de glucosa en sangre es esencial para la salud y puede lograrse, en parte, reduciendo la ingesta de azúcar a lo largo del día. Y precisamente controlando la ingesta de azúcar en el desayuno es como mejor podemos mantener dichos niveles estables durante el resto del día.
4EL ORGANISMO ES MÁS SENSIBLE A LA GLUCOSA POR LA MAÑANA
La idea de cambiar un desayuno dulce por uno salado cobra lógica a la luz de las nuevas evidencias. Se ha observado que la primera hora de la mañana es el momento en el que nuestro cuerpo es más sensible a la glucosa, por lo que consumir azúcar y almidón en exceso durante este período puede resultar en picos de glucosa difíciles de controlar. La exposición a contrastes marcados en los niveles de glucosa puede tener efectos negativos en el organismo, ya que puede llevar a una desregulación en los niveles de glucosa y al almacenamiento excesivo de calorías.