José Luis Escrivá pone en la diana a los autónomos. El ministro de la Seguridad Social inflige un nuevo castigo a los trabajadores por cuenta ajena con una serie de cambios en los planes de pensiones. Para este año 2023, estos empresarios arriesgan su capital, pero no podrán beneficiarse de las ventajas fiscales en los planes de pensiones.
El Gobierno ha limitado a 8.500 euros las limitaciones a los planes de pensiones de empresas, pero hasta los 1.500 euros las aportaciones individuales. En este sentido, los autónomos no podrán elevar dichas contribuciones y equipararlas a las empresas pese a llevar un sistema similar a la hora de desarrollar la actividad. La cota máxima de esta aportación a los planes de pensiones, además, se ha reducido en 500 euros para los pequeños ahorradores desde 2021, mientras que el límite máximo por parte de las empresas se ha incrementado en ese mismo importe en los últimos tres años.
La doble vara de medir muestra la inquina del Gobierno contra los trabajadores por cuenta propia y sus efectos son palpables, como el de obtener a cambio una baja cada cinco minutos. Asimismo, los propios autónomos han explorado nuevas vías para reducir la carga fiscal, como suelen hacer las grandes corporaciones. El colectivo está buscando vías alternativas, como Holanda y Portugal.
HOLANDA Y PORTUGAL, POSIBLES VÍAS DE ESCAPE PARA AUTÓNOMOS
La operación no entraña dificultad alguna, y menos con los mecanismos actuales y la rapidez de Internet. El autónomo entraría como administrador de una empresa radicada en uno de estos países y realizaría su labor en España, pagando sus impuestos y cuotas correspondientes en el país extranjero. No son pocas las empresas dedicadas a facilitar estos trámites ni tampoco son pocos los autónomos que tratan de adentrarse en este terreno para evitar el rejón fiscal.
los autónomos buscan una salida a este infierno fiscal en el que se ha convertido España
De esta forma, los autónomos ahorrarían pagar la cuota, aunque también tiene sus desventajas. La estrategia les dejaría sin la pensión en España. Con los ahorros, eso sí, podrían implementar su inversión de cara a la jubilación, escogiendo el vehículo que mejor se adapte a sus necesidades. Cabe destacar que la mayoría de trabajadores por cuenta propia perciben unos ingresos mensuales cercanos a los 600 euros, un 45% menos respecto al salario mínimo interprofesional, fijado ahora en 1.080 euros.
Así las cosas, los autónomos buscan una salida a este infierno fiscal en el que se ha convertido España. Y es que, entre la cuota mensual e impuestos, el Gobierno de Pedro Sánchez se sitúa en el tercer país con los gravámenes más elevados.
LAS CUOTAS DE AUTÓNOMOS, DISPARADAS CON ESCRIVÁ
Además, los autónomos no societarios pagarán hasta 294 euros al mes por el hecho de darse de alta, un 2,7% más respecto a los 286 euros del pasado año. Aquellos autónomos societarios pagarán 6,3 euros más en comparación con el pasado ejercicio.
Según las nuevas tablas, los autónomos abonarán casi la mitad de su facturación en la cuota si obtienen un ingreso inferior a los 600 euros mensuales, mientras que la cuota oscilará entre los 500 y los 1.200 euros para quienes facturen más de 6.000 euros. A todo ello, hay que añadir después los pagos trimestrales del IVA y el correspondiente IRPF.
En este sentido, el autónomo debe ser administrador de una sociedad en un país con convenio de doble imposición con España, como Alemania, Austria, Bélgica, Eslovenia, Eslovaquia, Grecia, Países Bajos, Francia o Irlanda, entre otros. En función del convenio, los autónomos podrían llegar a garantizarse una pensión vitalicia por tan sólo 10 años de cotización.
EL HACHAZO EN LA COMPRAVENTA PARA EL AUTÓNOMO
No es la única estaca que ha clavado el ministro Escrivá a los autónomos. Si alguno de ellos realizara la compraventa de inmuebles tendría que abonar un mayor impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, todo ello en base al valor de referencia del catastro. Por otro lado, el Ejecutivo ha asestado un hachazo fiscal en la bonificación a las empresas relacionadas con el alquiler de viviendas, reduciendo la ventaja del 85% al 40%.
No obstante, no todo es un castigo para los autónomos. Aquellos emprendedores que se han iniciado como startups han visto elevado el límite de la exención de la retribución en especie hasta los 50.000 euros, mientras la deducción por inversión en nuevas empresas alcanza el 50%, un 66,66% más respecto al anterior límite. Asimismo, también tendrán un mínimo del 10% en el impuesto de Sociedades, que tienen un 15% como índice general para aquellas que facturen más de 20 millones.
Diversas fuentes apuntan que los autónomos buscarán vías nuevas para reducir la carga fiscal. Una de ellas pasa por crear una empresa y fijarse un salario, mientras que otros señalan que Holanda o Portugal son más factibles al ser innecesaria la presencia física ya que pueden realizarse los trámites online. Eso sí, advierten de los riesgos de posibles estafas y fraudes.