Alejandro Fernández afronta su último combate contra las huestes de Génova 13. El ejército de Alberto Núñez Feijóo en Barcelona realizará un acto este mismo sábado sin su principal líder, como viene ocurriendo desde los últimos meses, para escenificar un nuevo cambio de rumbo en la formación constitucionalista.
Los desaires y desautorizaciones entre la cúpula de Génova y Fernández han sido la tónica desde antes de la celebración de las elecciones municipales, pero las diferencias se han recrudecido desde abril hasta el punto de ser prácticamente «irreconciliables». La situación volverá a producirse este sábado, donde previsiblemente Fernández estará ausente en un acto liderado por Manu Reyes y Josep Tutusaus, convertidos ahora en los pupilos de la madrileña Génova 13.
El plan de Feijóo pasa ahora por anular a las voces contrarias al cambio de rumbo en el PP, como hablar con los independentistas de Junts, los mismos que han puesto en riesgo a España en 2017 junto a la CUP y ERC. De hecho, Fernández dejó muy clara su postura al respecto. «Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un Rey fascista, con el que se niegan a «hablar». Que alguien me diga de qué hay que «hablar» con ellos…», afirmó en Twitter.
FERNÁNDEZ RESISTE LOS ENVITES DE GÉNOVA
El mensaje era un claro dardo a Génova 13, que insiste en hablar con todas las formaciones, incluso con ERC, aunque éstos se han negado y han dado plantón al ofrecimiento de los ‘populares’. Antes de esta respuesta, Fernández ya había desautorizado a Pedro Rollán, vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, quien aboga por el diálogo e incluso la negociación con los irredentos liderados por Carles Puigdemont.
Estos encontronazos sólo explican una ruptura total de Génova con la actual cúpula del PP en Cataluña. La distancia entre Fernández y la nueva imposición de Feijóo y su equipo es total, pero desde la sede nacional mantienen un cierto reparo para apartarle definitivamente. El principal problema que tiene ante sí Feijóo no se centra en el cambio en sí, sino en el recambio. Hay varios candidatos para sustituir al actual líder, pero también hay cierto miedo a la reacción de los votantes, que tienen en una muy buena estima a Fernández, toda vez que es el mejor orador del PPC y uno de las principales protagonistas de la remontada.
Fernández tomó las riendas de un PPC en declive. El partido se hundía e incluso había encuestas que apuntaban a su desaparición en Cataluña y a nivel local. No obstante, de esos cero asientos institucionales ha logrado levantar el vuelo tras rozar el suelo, un auténtico milagro. La remontada se ha materializado también en las pasadas elecciones municipales y en las generales, con cuatro concejales en Barcelona y otros seis diputados nacionales. Ahora sí, hay quien busca sacar rédito en su beneficio tras consolidarse el ascenso.
FERNÁNDEZ, SIN RIVAL DE ALTURA PARA SUSTITUIRLE
Reyes y Tutusaus han escogido Esplugues de Llobregat para dar la bienvenida al nuevo curso político, con el posible adelanto electoral en otoño en Cataluña. Y es que, los batacazos de ERC no invitan al optimismo y ponen el silencio en el sector moderado. Los republicanos más pesimistas apuestan por no alargar más la agonía, ya que tampoco hay apoyos para aprobar los Presupuestos del próximo año.
los tiempos en Génova están muy marcados por el futuro de la investidura del próximo 27 de septiembre
En este escenario, Génova no tendría apenas margen de maniobra para echar a Fernández por la vía rápida y pudiera no haber tiempo para celebrar unas primarias. No obstante, en las últimas elecciones, la decisión ‘digital’ de los ‘populares’ se ha impuesto a la hora de confeccionar las listas, donde no se ha tenido en cuenta ninguno de los nombres propuestos por el líder del PPC a la hora de elaborarlas. Un ninguneo que colmó el vaso de la paciencia de Fernández.
LA DIFERENTE VERSIÓN SOBRE JUNTS Y EL PPC
Pese a estas diferencias, en Génova no están centrados ahora en el Congreso para renovar los mandos. De hecho, los tiempos están muy marcados por el futuro de la investidura del próximo 27 de septiembre. La formación tendría que esperar o bien a la formación de un nuevo Gobierno o al adelanto electoral. En todo caso, las primarias catalanas se podrían retrasar hasta octubre o noviembre, siempre y cuando no haya nuevas elecciones.
Dentro del PP de Génova hay distintas corrientes sobre el diálogo con Junts, mientras que en el PPC defienden el diálogo únicamente con quien «se puede hablar», es decir, las voces más moderadas y alejadas totalmente de las tesis de Puigdemont.
Hasta no resolverse esta situación, Fernández afrontará su último combate contra la dirección. Eso sí, Génova es consciente de la enorme dificultad de medirse al mejor orador, a quien se atrevió a llamar «españolazo» a Quim Torra en el Parlament, a todo un presidente de la Generalitat. Discursos que calan muy profundo entre los afiliados y posibles votantes.