Las proteínas magras son parte integrante de casi todas las comidas nutritivas y juegan un papel fundamental en la construcción y reparación de tejidos. La palabra proteína se deriva del latín «Proteus», una deidad griega conocida por su capacidad de cambiar de forma. Este término es usado para describir los compuestos que tienen una estructura de «cadena» y unidas a esta gran variedad de cadenas forman lo que llamamos proteínas magras.
Estas moléculas se encuentran presentes en muchos alimentos, desde la carne de animales domésticos, hasta el huevo y los cereales integrales. Debido a su enorme variedad de funciones en el cuerpo, las proteínas magras son de vital importancia para el mantenimiento de la salud.
3¿De dónde obtener proteínas magras?
Las proteínas magras se pueden obtener de muchos alimentos. Algunos de los alimentos comunes con alto contenido de proteínas magras incluyen los siguientes: huevos, carne magra, pollo, pescado, queso, yogur, legumbres, frutos secos y productos de soja. Muchos cereales integrales también tienen un buen contenido de proteínas magras, como la avena, el salvado de trigo, la quinua y la harina de arroz integral.
Aunque mucha gente sigue consumiendo productos de carne y lácteos para obtener sus necesidades diarias de proteínas magras, muchos vegetarianos optan por comer una mayor cantidad de frutos secos, legumbres y productos a base de soja para obtener los nutrientes que necesitan. Los veganos también pueden elegir alimentos veganos como la proteína de guisante, la proteína de arroz y la proteína de chía como una fuente de proteínas magras.