Los libros tienen algo mágico que cuesta encontrar en versiones digitales. Tocar una pieza que nos proporciona la entrada a otro mundo no es fácil de conseguir. Además del sentimiento de plenitud que otorga tener en nuestro poder libros físicos, hay otro debate extendido. ¿Optamos por ejemplares antiguos o nuevos? Con la crisis económica, muchos han optado por comprar y vender libros usados. Sin embargo, la razón por la que se decantan por esta opción no es solo ahorrar, sino deleitarse en el olor de los libros antiguos. Cuando pasa el tiempo, las obras adquieren un olor característico que no podemos dejar de mencionar.
3Muchos factores influyen en el olor de los libros
Con el paso del tiempo, los libros van adquiriendo nuevos olores en función de la luz, el calor y la humedad. Estos factores van descomponiendo sus materiales, liberando COVs que se evaporan en el aire. El aroma a almendra viene del benzalbehído, presente en el papel. La vanilina es un constituyente natural de la madera que se compone principalmente de vainilla, la causante del olor dulce que se desprende. El etilbenceno se utiliza en tintas y pinturas y despierta un aroma dulce a plástico.
