La historia de España es antigua, con una presencia de asentamientos humanos que se remonta a siglos, incluso miles de años en algunos casos. En el tiempo medieval, los pueblos de España tenían el objetivo de defenderse de invasores, comerciar con comunidades vecinas e influir como centros regionales de poder. Esto significa que algunos de los pueblos medievales más bonitos de España se encuentran en ellos, albergando a sus visitantes con tesoros pasados y una atmósfera única.
En esta lista presentamos los pueblos medievales más bonitos de España, cuyas calles empedradas y edificios antiguos llevan un patrimonio de años como narración viva del pasado. Estos pueblos tienen en común círculos de murallas con torres para la protección, iglesias y mucho carácter.
1VILLENA
Villena se encuentra en la provincia de Alicante, un bonito enclave situado en la región del interior del país. Un toque especial de Villena es su tendencia a la defensa, donde círculos de murallas levantadas alrededor de la zona antigua alternan con la calle lombarda y las tres puertas de la ciudad. En el interior de Villena, se encuentran iglesias y palacios hermosos, y hay estatuas muy interesantes en el interior de la muralla.
Un divertido dato histórico es que Villena fue el sitio para que los defensores de laicismo en el periodo medieval firmaran la llamada Carta de los Derechos Sagrados de Villena el 18 de octubre de 1486, estableciendo los derechos de los miembros de las ciudades como protección a medidas restrictivas impuestas por los señores feudales.
La Muralla Marciana es una de las partes más antiguas de Villena, construida en el siglo XIV, y todavía se conserva con una de las puertas originales, la conocida Puerta de la Hora. Lo impresionante de la muralla es que está rodeada de hermosos jardines botánicos. La iglesia de la Concepción de la Villa, caracterizada por su torre campanario, se remonta al siglo XVI, y ciudades cercanas como Baeza y Ubeda están también bien vinculadas a la historia.
Una visita a Villena también incluye la antigüedad de los saltos de agua y fuentes dentro de la ciudad. Estas son a menudo mezcladas con la historia y el diseño de las construcciones, creando un patrimonio hermoso que combina la diversión y el ideal mediterráneo. El sabor de la comida también se purifica con la literatura y la poesía, los cuales aún son parte de la cultura de Villena, un pueblo medio mágico con rasgos únicos.