La ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero, ha asegurado este domingo que el Gobierno trabajará para que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, «no vuelva a dirigir el fútbol español». «El señor Rubiales no puede volver a dirigir el fútbol en este país. Una persona que miente, una persona que ha hecho gala de no haber entendido nada de lo que significa la lucha por la igualdad en un área tan importante como el deporte no puede tener en sus manos la dirección del fútbol de este país», ha subrayado Montero en unas declaraciones remitidas a los medios.
Además, ha afeado al presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, el hecho de que en su discurso en Pontevedra no haya hablado sobre este asunto. «No le hemos escuchado ninguna palabra de condena al señor Rubiales. Ha querido nuevamente ponerse de perfil en una política en la que tiene alianzas con Vox y que están perjudicando también el debate de la sociedad respecto a la lucha por la igualdad y contra cualquier forma de agresión y de violencia de género», ha lamentado Montero.
«Sería bueno que en sus palabras y en su boca el señor Feijóo condenara la actitud del señor Rubiales, como han hecho la inmensa mayoría de los líderes políticos. Eso sí, sin que hayamos contado con la opinión del señor Abascal, tampoco con la opinión del señor Feijóo, porque probablemente tienen un problema a la hora de expresar su propia visión de estos hechos», ha añadido. La ministra en funciones, que ha felicitado a las jugadoras de la selección española de fútbol femenino por su victoria en el Mundial, también ha hecho hincapié en la necesidad de terminar con la violencia machista.
«Ni un día más. Se acabó, se acabó el que la violencia machista sea un elemento que se normaliza por parte de alguno. Se acabó entender que determinados gestos sí son posibles con las chicas pero no con los chicos. Se acabó el que de alguna manera se empañe esa victoria contundente del fútbol femenino con actitudes que son intolerables y que no las vamos a volver a permitir», ha recalcado. Rubiales fue suspendido de su cargo de forma provisional este pasado sábado por parte de la FIFA debido a la polémica desatada por sus actos durante la celebración de la final de la Copa Mundial y su puesto lo ocupará de forma interina durante 90 días Pedro Rocha.
El Gobierno de España contra Luis Rubiales
Tras la polémica de la actitud del presidente de la RFEF durante la final del Mundial del pasado domingo, el presidente del Gobierno en funciones decidió no intervenir, pero sí avisar. En la rueda de prensa en la que se posicionó en contra de los actos de Rubiales, también dejó claro que «el Gobierno de España no puede cesar» al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, al no tratarse de una entidad de titularidad pública, pero que si consideraba que las disculpas que este emitió «no son suficientes».
A pesar de que Pedro Sánchez comunicó su incapacidad para tomar medidas en contra de Luis Rubiales, el discurso del presidente de la RFEF hizo que no sea imposible la intervención del Gobierno en este polémico caso. Por eso, pocos minutos después de la intervención de Rubiales, Moncloa comunicaba una rueda de prensa a las cinco de la tarde en la que Víctor Francos, Secretario de Estado de Deporte, mostraría la posición del Ejecutivo en funciones. Hasta ese momento, Yolanda Díaz, Irene Montero o Ione Belarra se posicionaron en contra de la actitud del ex futbolista, siendo la ministra de trabajo quien pedía tomar «medidas urgentes».
Por ello, el número dos de Iceta aseguró que quería «ser claro» con sus declaraciones: el Gobierno ha activado sus mecanismos y aseguró que «vamos a actuar» y ha elevado este viernes al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) las denuncias remitidas al organismo contra el presidente de la RFEF. Así, el secretario de Estado dejaba claro que si este tribunal consideraba los actos de rubiales de «graves», le suspenderá de su cargo. Así, Pedro Sánchez ha dejado caer a Rubiales y ha iniciado su propio proceso para acabar con una polémica que Francos espera que sea «el #metoo del futbol español».