Los españoles siguen manteniendo su peculiaridad y diferenciación con respecto a la mayoría de los europeos en muchos aspectos, y uno de ellos es el horario para sentarse a comer. Una de las diferencias más destacadas es el horario de la cena. Mientras que en otros países europeos las cenas suelen tener lugar temprano, los españoles optamos por cenar mucho más tarde. En concreto, solemos cenar entre las 21:30 h y las 22:30 h, lo cual supone aproximadamente tres horas más tarde que los alemanes y cuatro horas más tarde que los holandeses.
Esta diferencia en los horarios de cenar se ha mantenido arraigada a lo largo del tiempo. Es una tradición cultural que refleja nuestro estilo de vida relajado y nocturno. Los españoles disfrutamos de largas sobremesas y de compartir momentos con amigos y familiares alrededor de la mesa, extendiendo el disfrute de la comida y la compañía hasta horas más avanzadas de la noche.
8LA MELATONINA INTERFIERE EN EL METABOLISMO
Además, en especies diurnas como la nuestra, los nutrientes se metabolizan de manera diferente durante la noche. La glucosa proveniente de los carbohidratos también se metaboliza más despacio, en parte debido a la acción de la melatonina, conocida como la «hormona del sueño», ya que se secreta durante la noche. En un organismo biológicamente menos activo durante la noche, esta glucosa circulante actúa como una señal energética que puede afectar el metabolismo.
