sábado, 23 noviembre 2024

Iceta utiliza los fondos europeos para que la gente sepa donde está el Museo del Prado

Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, ha decidido que la señalética del Museo del Prado se financie con los «fondos Covid» que la Unión Europea cedió a España en el Plan De Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Ministerio de Cultura ha considerado que es necesario hacer un cambio en la señalización de Villanueva-Jerónimos y el Casón del Buen Retiro, dependientes del Museo Nacional del Prado, «con el fin de homogeneizar, complementar y completar la señalización existente, y de crear un sistema integral de señalización coherente». Así se define en este contrato con el que Iceta pretender invertir más de 120.000 euros procedentes de los fondos Next Generation, cuyo fin se aleja del cambio de las señales de los museos.

El campus del Museo Nacional del Prado está conformado por cuatro edificios, todos dependientes de la administración nacional de Cultura: el Edificio Villanueva, el Edificio de Jerónimos, el Casón del Buen Retiro y el Salón de Reinos. Estos inmuebles suponen una representación emblemática de las arquitecturas del Paseo del Prado y forman parte del compromiso del Consejo de Ministros de incluir, dentro de los fondos Next Generation, una partida de «gasto para la digitalización y el impulso a los grandes servicios culturales» del Museo del Prado. Sin embargo, el plan de señalización que definen los pliegos de contratación, a los que ha tenido acceso Moncloa.com, se centra en la creación de carteles con la misma tipografía con la «finalidad de mejorar la accesibilidad y facilitar el tránsito y la orientación del público en el Museo».

En este sentido, el Ministerio de Cultura considera que la actual señalética no «identifica claramente los accesos, las taquillas y la numeración de las salas», además de que «no está adaptada para personas con discapacidad visual». Es gracias a esta cuestión que Iceta justifica la relación del gasto con los fondos europeos, ya que la Memoria Justificativa de esta contratación asegura que se pretender crear una señalética homogénea que permita «que todas las personas, independientemente de su diversidad funcional, sensorial, intelectual y/o cognitiva, puedan orientarse, desplazarse, comunicarse, alcanzar, entender o manipular de la forma más autónoma posible en los diferentes espacios, evitando situaciones de desorientación, frustración, discriminación y/o exclusión social».

El gasto en señalización para invidentes no llega al 10% del total del contrato

A pesar de que la documentación de la licitación relaciona directamente su objetivo con la no discriminación de las personas con visibilidad reducida, el despliegue del gasto deja muestra que de los 120.032 euros destinados a cambiar la señalética de estos edificios del Campus del Museo Nacional del Prado, solo se invertirán 9.300 euros en distintivos que ayuden a este colectivo de personas, lo cual no supone ni el 10% del gasto total de la licitación. En este sentido, de las 225 unidades que solicita el ministerio de Iceta, solo incluye 23 pictogramas para invidentes y 39 «números de planta» en braile.

Así, el resto del contrato está destinado a ampliar la señalización del exterior, de los accesos y de las salas, llegando a presupuestar hasta 5.000 euros por cada unidad de lo que la Memoria Justificativa define como una señal «posicional de acceso». Además, el presupuesto incluye otro tipos de distintivos destinados, principalmente, a que la ciudadanía pueda identificar los edificios que pertenecen a este Campus, llegando a incluir tres ·»elementos corpóreos» por 4.000 euros cada uno, o cuatro «lonas direccionales» por 4.000 euros cada una.

La «excusa» de la inclusión para justificar el gasto de los Fondos Europeos

Este contrato financiado por los fondos Next Generation se suma a lista de licitaciones que ha publicado el Ejecutivo de Pedro Sánchez para financiar cuestiones que se alejan de la recuperación, la digitalización o la resiliencia. En este caso, la «excusa» de crear señalización para personas invidentes ha sido el argumento principal para que Iceta pueda financiar el cambio de las señales del Museo de Prado. Sin embargo, existen otros casos como el gasto de 100.000 euros procedentes de los fondos para dar un curso de «cómo gastar los propios fondos», información que ya publicó Moncloa.com.

En este sentido, la gestión de España de los Fondos Europeos ha sido cuestionada por la misma comisión de Gestión Presupuestaria Europea, quien llegó a afirmar que no sabían «donde está el dinero» que habían prestado a nuestro país. Y es que, a pesar de que desde la Unión Europea se ha asegurado que no se ha encontrado «fraude» en la aplicación de estos Fondos Europeos en el país, la delegación de la Comisión del Parlamento Europeo sí pedía al Gobierno mejorar en la «transparencia» de la gestión de estos fondos.