Durante siglos, la dieta mediterránea ha sido considerada el mejor estilo de alimentación para mejorar la salud y la longevidad. Está compuesta por alimentos sanos que provienen de la tierra, como las verduras, los frutos secos, los granos enteros y los aceites. Ofrece beneficios, antiinflamatorios, antioxidantes y calmantes para el cerebro, así como muchos nutrientes esenciales para ayudar a reducir el riesgo de enfermedades y problemas de salud.
La dieta mediterránea proporciona un enfoque fácil para conseguir alimentos saludables. En lugar de lidiar con conteos de calorías o seguir una alimentación poco nutritiva, esta dieta incluye alimentos altamente nutritivos para que los consumidores puedan satisfacer sus necesidades nutricionales en una forma equilibrada.
1Qué es la dieta mediterránea
La dieta mediterránea es un estilo de alimentación basado en principios de la cultura y el lugar de origen mediterráneo. Se caracteriza por incluir alimentos como la fibra, las proteínas magras, el pescado, el aceite de oliva y las frutas y verduras frescas. Esta dieta ha sido reconocida por el mundo médico como una forma saludable de vida, y la mayoría de los expertos recomiendan una dieta rica en alimentos altamente nutritivos.
Los alimentos ricos en fibra pueden ayudar a mejorar la salud intestinal y el equilibrio de la flora bacteriana. Los granos enteros, frutas, verduras, legumbres y semillas son ricos en fibra, que ayuda a desintoxicar el cuerpo, mejorar la función digestiva y la salud del corazón. La fibra también ayuda a reducir el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
Las proteínas magras son esenciales para la salud cardiovascular y muscular. El pescado, sobre todo los azules, contienen muchas proteínas y ácidos grasos omega-3 para el cuerpo. Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias, lo cual puede ayudar a reducir la inflamación y proteger el corazón.
El aceite de oliva es una parte importante de la dieta mediterránea. Ofrece numerosos beneficios para la salud, ya que contiene antioxidantes y ácidos grasos, así como vitamina E y polifenoles, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. El aceite de oliva también ayuda a reducir el colesterol LDL, que es el colesterol «malo».
Las frutas y verduras frescas están llenas de antioxidantes, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, como la vitamina C, A y K. Estos alimentos son ricos en fibra, que ayuda a regular y mejorar el sistema digestivo. Las frutas y verduras también ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras enfermedades.