En la cultura actual, el bronceado se ha convertido en un símbolo de belleza y estatus, ya que sugiere que se ha disfrutado de tiempo de ocio al aire libre o de algún viaje a un destino de playa. Además, un bronceado moderado puede transmitir la imagen de salud y vida activa, porque inconscientemente lo asociamos a la práctica de ejercicio físico y otras actividades lúdicas al aire libre. Al mismo tiempo, una piel bronceada puede disimular pequeñas imperfecciones y proporcionar un aspecto de piel luminosa y joven.
7LA PIEL BRONCEADA ES PIEL DAÑADA
En realidad el bronceado es un indicador visible de daño en el ADN. Aunque puede resultar atractivo en términos estéticos, es importante que todos sepamos que el oscurecimiento de la piel es una manifestación clara de daño en el material genético de las células.
Los rayos ultravioleta del sol tienen la capacidad de penetrar en las capas más superficiales de la piel, es decir, la epidermis y la dermis. Estos rayos provocan daños en las células presentes en ambas capas. La respuesta natural de la piel ante esta exposición al sol es la producción de melanina, un pigmento que actúa como mecanismo de autodefensa.
La melanina es sintetizada en las células pigmentarias, que se ubican entre la epidermis y la dermis. Este pigmento migra hacia la superficie de la piel, funcionando como un escudo de protección. Su propósito es mitigar el daño provocado por el sol, ayudando a prevenir mayores daños. En esencia, la piel se broncea como una forma de autoprotección frente a las potenciales quemaduras solares y los daños en el ADN.
