Hace unos años, Apple tomó una decisión que tuvo una clara incidencia entre los usuarios de sus iPhone, invitando así a que los clientes se viesen obligados, pasado un tiempo, a comprar uno de sus nuevos smartphones. Ahora, la empresa de Cupertino tendrá que hacer frente a una «broma» que le hará perder 500 millones de dólares.
6LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA Y APPLE
Con el paso del tiempo, los usuarios se percataron que Apple implementó un mecanismo de obsolescencia programada, que la finalidad era la de proteger a otros componentes del dispositivos que pudieran verse afectados por picos de demanda de energía. La solución de la firma de Cupertino fue la de ralentizar el CPU y hacer que los usuarios dispusiesen de un menor rendimiento a medida que se sufría una degradación de la batería.
Así pues, la única forma de hacer que el iPhone afectado regresase a su estado original era el proceder a reemplazar la batería. Sin embargo, hubo otros usuarios que decidieron optar por comprar un nuevo iPhone, una estrategia que no le funcionó nada más a la firma, que sigue logrando que sus smartphones se encuentren entre los más vendidos del mercado.
