Hace unos años, Apple tomó una decisión que tuvo una clara incidencia entre los usuarios de sus iPhone, invitando así a que los clientes se viesen obligados, pasado un tiempo, a comprar uno de sus nuevos smartphones. Ahora, la empresa de Cupertino tendrá que hacer frente a una «broma» que le hará perder 500 millones de dólares.
3LA JUSTIFICACIÓN DE APPLE
Apple admitió en su momento que tenía problemas de rendimiento en sus baterías. Lo hizo tras ver como muchos de sus usuarios tuviesen que reemplazarlas. Además, tiempo más tarde llegó a confesar que había reducido el rendimiento de los teléfonos antiguos.
Desde la compañía americana aseguraron que esta decisión había sido tomada por motivos de seguridad, para evitar que los teléfonos pudiesen llegar a pagarse solos a medida de que la batería se iba haciendo viaje. Sin embargo, su justificación no logró convencer a nadie y acabó derivando en un escándalo de una demanda colectiva contra la empresa.