Las sardinas al horno son una delicia que no necesita de mucha ciencia para estar perfecta. Cocinándolas con la cantidad correcta de sal, ¡son una delicia! Aunque muchos están acostumbrados a comer las típicas sardinas que se sirven en los chiringuitos playeros, las que se hacen al horno no tienen nada que envidiarles en cuanto a sabor. Una de las razones por las que la gente suele decir “no” a cocinar sardinas es el olor que se queda en la casa después, pero contra eso también te vamos a dar unos ‘tips’ definitivos.
5Otro truco contra el olor de las sardinas
Apunta otro truco contra el olor que dejan las sardinas. Ten una fuente de horno pequeña con agua caliente y limón. El agua caliente puedes hervirla minutos antes de que estén listos los peces y el limón puedes usarlo en rodajas o hasta con cáscaras. Si no tienes limón también puedes utilizar vinagre. Cuando saques las sardinas del horno, mete la bandeja con agua y el limón o el vinagre. Deja el horno encendido por 5 minutos más. El vapor ayudará a que el horno quede limpio y sin olores desagradables.