El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no está siendo especialmente fácil para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los ánimos en Ferraz están tensos mientras el líder socialista se pasea por Lanzarote con un outfit más comentado que cualquier otra cosa. Los últimos contactos tomados por Sumar con Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, dejan claro que no será fácil que los independentistas pasen por el aro. De hecho, en Ferraz ya sudan la gota fría mientras que la cúpula del PSOE está con el ojo puesto en la repetición electoral. La buena noticia para los socialistas es que las últimas encuestas y tracking internos del partido hablan de que Pedro Sánchez mejoraría los resultados actuales. Pero Puigdemont tiene claro que no va a regalar su apoyo a cualquier precio, sino que exigirá lo que todos saben: referéndum por la independencia y amnistía para todos.
Mientras Pedro Sánchez está de vacaciones, en Moncloa tan solo hay un par de funcionarios bien pagados que llevan sus redes sociales y que se dedican a hablar del «día mundial de…» cualquier cosa que toque. Sin embargo, en Sumar y en Ferraz la maquinaria de negociación sigue en marcha. El partido de Yolanda Díaz ha mandado a Ernest Urtasun a mantener conversaciones con un Puigdemont que no tiene ninguna intención de doblegarse a la presión de los socialistas, también trufada de constantes interferencias en áreas judiciales. Mientras los mensajes que llegan a Ferraz sobre la negociación con Junts per Catalunya son realmente desalentadores, en Moncloa están convencidos, los pocos que quedan, que saldrán adelante porque a Junts no le conviene una repetición electoral. Esta idea ha medrado entre los altos cargos del PSOE, pero no tanto en el resto de miembros del partido que ven que Puigdemont está dispuesto a llegar hasta el final.
Puigdemont está enrocado en la amnistía y en el referéndum vinculante. De momento no ha habido ni el más mínimo atisbo de que se vaya a conformar con lo que ofrece el PSOE: indulto y consulta no vinculante. Con estos datos, parece que han llegado a un punto muerto plagado de líneas rojas del que ni Sumar ni el PSOE saben cómo salir. Lo que está claro, según fuentes del Partido Socialista, es que Puigdemont quiere dejar claro que no tiene ningún miedo a una repetición electoral, algo que azuza día sí y día también el PSOE con tal de intentar que el expresidente de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya pase por el aro.
HASTA LOS FISCALES EN EL AJO
«¿De quién depende?». Esa famosa frase del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le persigue desde que la dijo en una entrevista en RTVE. Y ahora se ha vuelto a recordar tras ver los pasos que ha dado la Fiscalía con respecto al recurso presentado por Carles Puigdemont. Quien tiene la llave de Gobierno ahora mismo es el expresidente de la Generalitat. Y el PSOE aún mantiene de la mano de Sumar duras negociaciones con Junts per Catalunya para intentar que apoyen una investidura complicada. Puigdemont presentó un recurso contra la orden nacional de detención dictada por el Tribunal Supremo. Y ahora la Fiscalía del Tribunal Constitucional la recurrirá. Y en todo el departamento han dejado caer su malestar por cómo Moncloa da toques a este organismo público en base a sus intereses.
Ni siquiera en el PSOE tienen dudas de que la decisión de Fiscalía del Tribunal Constitucional tiene una clara influencia de Moncloa. Es necesario y vital para el Partido Socialista el conseguir que las negociaciones sigan hacia adelante y el único escollo que se les presenta por delante es conseguir el «sí» de Carles Puigdemont. La sensación de que desde el Gobierno juegan como «trileros» con esta situación impera en el PSOE por varias razones. La primera, porque no hay prácticamente ningún socialista que no vea clara la relación entre el resultado electoral y el que se pidiera la detención de Puigdemont al día siguiente de las elecciones generales del 23-J. La segunda, que ahora la Fiscalía pelea contra una orden de detención que muchos creen también influenciada con el Ejecutivo. «Siempre es mejor negociar con ventaja», detallan desde el partido.