La salida de Vox del portavoz Iván Espinosa de los Monteros ha puesto en riesgo el puesto de Rocío Monasterio, la candidata más criticada del partido al ser una de las que no ha conseguido hacerse fuerte en el partido. Ya se tanteó la posibilidad de expulsar a Rocío Monasterio de la candidatura de Vox en la Comunidad de Madrid en las elecciones del 28 de mayo, pero aguantó porque en el partido no querían escenificar una ruptura interna. Sin embargo, ahora se ha quedado sin apoyos y a merced de un Jorge Buxadé que quiere eliminar no solo a los candidatos más polémicos y con menos tirón del partido, sino que quiere acabar de una vez por todas con el ala ultraliberal de la formación ultraconservadora. Rocío Monasterio está, tal y como reconocen en Vox, en «peligro de extinción».
Iván Espinosa de los Monteros ha escenificado la caída del ala ultraliberal de Vox. En esto no hay discusión ninguna. Pero su salida ha dejado a todos y cada uno de los integrantes del partido ultra expectantes ahora que la formación ha caído en manos de Jorge Buxadé. Rocío Monasterio no es que sea un pilar importante dentro de este sector liberal de Vox que está en retroceso, sino que es una de las candidatas peor valoradas por su propio electorado y por el propio partido político. Espinosa de los Monteros ha salido por la puerta de atrás sin dar explicaciones. Pero Rocío Monasterio permanece al frente de una delegación que ha enterrado completamente en la Comunidad de Madrid ante la presencia de Isabel Díaz Ayuso.
Echar a Rocío Monasterio es una misión que se propusieron en Vox desde el mismo momento en el que entendieron que las expectativas electorales del partido ante el ala liberal del PP era absolutamente nula. Rocío Monasterio es una mera espectadora de toda la política de la Comunidad de Madrid además de haber sido la muleta necesaria de Ayuso. La política seguida a nivel de partido por Monasterio no ha convencido a nadie, además de tener constantes enfrentamientos con el ala dura de Vox, entonces encabezada por Javier Ortega Smith, que escenificaban en público. Todos recuerdan el «numerito» que protagonizaron en Ifema, pero lo cierto es que la idea de que Rocío Monasterio está más dentro que fuera de Vox desde hace meses ha crecido con la salida de su pareja del partido.
FIESTA EN GÉNOVA
Iván Espinosa de los Monteros abandona la primera línea de Vox, y con ello, le devuelve al Partido Popular de Alberto Núñez-Feijoo el espacio electoral de la derecha liberal. La pérdida de 19 escaños ha tenido su efecto directo en el partido de Abascal y se ha llevado por delante a una de las figuras más «moderadas» que representaban a Vox en el Congreso de los Diputados. La guerra interna que se activó después del 23 de julio ha supuesto la salida de la principal voz de la rama liberalista de Vox, lo que significa para el Partido Popular la recuperación de un porcentaje de apoyos dentro de la derecha, que habían viajado a Vox por lo atractivo de su discurso encaminado al libre mercado.
El Partido Popular ha sido el representante del liberalismo conservador en el Congreso de los Diputados hasta que Ciudadanos y, posteriormente Vox, aparecieron en el escenario político como la alternativa a un PP que estaba completamente golpeado por el Caso Bárcenas y la trama Gürtel. Iván Espinosa de los Monteros ha sido uno de los miembros del partido de Abascal que ha erigido los cimientos de la formación desde el principio, centrando sus bases entre principios falangistas, conservadores y liberalistas. Una combinación que supuso para el PP la pérdida de su rama más cercana a la ultraderecha.