El vicepresidente de Vox, Jorge Buxadé, bien podría decirse que es presidente, secretario general y casi probablemente candidato del partido que ahora encabeza Santiago Abascal. Iván Espinosa de los Monteros ha dimitido este martes y ha dejado de lado el liderazgo del ala ultraliberal, ahora completamente a merced de lo que decida un Buxadé pujante dentro del partido. La salida de Espinosa de los Monteros era un secreto a voces que no ha sorprendido a nadie, pero en Vox son conscientes de que habrá cambios significativos ahora que el referente del ala ultraliberal ha tirado la toalla y se ha ido por la puerta de atrás. Habrá cambios en el programa a medio plazo. Y habrá cambios también a nivel de estructura, pues ya hay voces en Vox que avisan de que la salida de Espinosa de los Monteros augura cambios profundos en el partido.
Buxadé está decidido a hacerse con el control del partido, aunque hay voces en Vox que aseguran que ya lo tiene. Santiago Abascal se ha convertido en un espectador de la pugna que se ha mantenido entre el vicepresidente de Vox y el que ha sido portavoz de la formación de derechas en el Congreso. Uno representaba, según sus propias palabras, a la «falange auténtica». Y otro representaba al ala ultraliberal de un partido que se está desinflando con el paso del tiempo. Ahora que ha caído Espinosa de los Monteros, en Vox se esperan profundos cambios en la formación en materia de programa político y en materia de liderazgos. Abascal está de acuerdo con dar un giro a la formación, pero no se sabe todavía qué paso se dará.
«No voy a valorar unos motivos y una declaración que todavía no se han producido», detalló Jorge Buxadé al instante de saberse lo que había ocurrido en torno a la figura de Espinosa de los Monteros. El revuelo interno en el partido es por los cambios que se avecinan, no por el hecho de que el portavoz haya dejado el partido tras una guerra interna intensa que se ha alargado más de lo necesario. El ala ultraliberal está en riesgo de desaparecer. Y aunque en el programa electoral se dejarán algunas cuestiones, lo cierto es que se esperan cambios importantes y de calado incluso en el texto a presentar antes de las elecciones. De hecho, si hay una repetición electoral, habrá cambios importantes incluso en las listas.
EL EGO ROMPE VOX
La sensación de que el ego ha roto Vox está invadiendo una formación que ya todos perciben en completo declive. Javier Ortega Smith, Macarena Olona, Mireia Borrás y ahora Iván Espinosa de los Monteros son algunos ejemplos claros de cómo el ego y el no coger suficientes posiciones ha acabado por romper un partido que tenía algo de proyección. Ahora solo queda Santiago Abascal acompañado de algún que otro personaje visible como Ignacio Garriga, Carla Toscano o Jorge Buxadé, pero lo cierto es que todos los dirigentes de Vox que han abandonado el partido en los últimos meses lo han hecho por cuestiones de ego, según cuentan fuentes del partido.
Las luchas de ego entre Macarena Olona y Javier Ortega Smith son uno de los ejemplos más claros de cómo se han gestado las cosas en Vox desde que el partido tuvo su mejor resultado electoral superando los 50 escaños. Esta realidad se extendió incluso a nivel ideológico dentro del partido y ahora se han encontrado con un choque interno sin precedentes que ha acabado con Espinosa de los Monteros dejando la formación por la puerta de atrás. Las voces de Vox que conocen lo ocurrido señalan a Buxadé y a su empeño de dar un peso ideológico a Vox más «falangista» de lo que le gustaría a Espinosa de los Monteros, algo que ha acabado por abrir una grieta más en un partido en completo declive que podría afrontar convertirse en un Ciudadanos 2.0.