Si hay un postre casero que nunca pasa de moda y despierta la nostalgia de la infancia, son las riquísimas natillas con galleta. En apenas 20 minutos, podemos preparar este delicioso manjar que nuestros padres, abuelos o madres nos solían agasajar. El simple aroma de estas natillas evoca recuerdos de momentos especiales y emocionantes de la niñez. Su elaboración es tan sencilla y versátil que merece la pena rescatar recetas tradicionales como esta, junto con otros clásicos como el flan, el arroz con leche o la mousse de chocolate.
Estas preparaciones, que han sido parte de nuestros repertorios familiares durante generaciones, no deberían perderse en el tiempo. Lo mejor de las natillas es que se pueden adaptar al gusto de cada uno, brindando la posibilidad de experimentar con diferentes cantidades de azúcar, variando las especias como canela o vainilla, o ajustando su consistencia según nuestras preferencias. Cada hogar tiene su toque único que convierte a estas natillas en un postre personalizado y lleno de amor. Así que, si quieres saborear un dulce que combina tradición, sencillez y placer en cada cucharada, ¡prepárate para disfrutar de estas deliciosas natillas con galleta!
2Para preparar unas deliciosas natillas caseras, sigue estos sencillos pasos
En un cazo, coloca 500 ml de leche junto con una rama de canela, una vaina de vainilla abierta con un cuchillo y la corteza amarilla de un limón. Calienta la leche hasta que hierva y luego retira del fuego. Deja que la mezcla repose durante 15-20 minutos para que los sabores se infundan y luego cuélala. En un cuenco aparte, bate 4 yemas de huevo con 75 g de azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. Agrega una cucharada de maizena y sigue batiendo bien. Añade la leche poco a poco, mezclando constantemente con las varillas.
Luego, coloca el recipiente con la preparación al baño maría y caliéntalo, sin que el agua llegue a hervir, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Continúa la cocción durante unos 10 minutos o hasta que la mezcla espese. Una vez lista, vierte las natillas en recipientes individuales y deja que se enfríen un poco. Coloca con cuidado una galleta María sobre cada ración y lleva a la nevera. Deja enfriar completamente durante unas horas antes de servir. ¡Listo! Ahora puedes disfrutar de estas exquisitas natillas caseras con el toque especial de las galletas María. Un postre clásico que deleitará a todos con su sabor suave y textura cremosa.