Cuando el calor aprieta cualquier forma de matar el calor es buena. Al igual que muchas personas se sienten atraídas por la idea de ir a la playa, calcinarse al sol y beber mojitos, otros prefieren la tranquilidad de las piscinas naturales. O sea, ir a ríos y lagos que, además de ofrecer una alternativa al calor abrasador permiten que disfrutes de un paisaje inolvidable. Este verano puede ser completamente diferente a lo que has vivido hasta ahora y, sin duda, digno de recordar. Muy atenta/a porque aquí te dejamos las alternativas más chulas.
8As Furnas. Ría de Muros y Noia (A Coruña)
En Porto do Son, las aguas de playa y el viento han provocado una especia de piscina rectangular rodeada de rocas de pizarra. Es un espacio estupendo para los niños temerarios que siempre tienen a los padres en vilo por irse demasiado lejos. Además, es un extraordinario lugar para pensar y analizar los posibles escenarios presentes. Los más románticos encuentran un enclave idóneo para inspirarse y escribir cartas de amor o diarios de viaje.