viernes, 22 noviembre 2024

El Gobierno presume de tener «la peor moto» de Europa

«Como una moto» dijo Pedro Sánchez cuando le preguntaron en su campaña electoral sobre la economía española. El presidente del Gobierno ha presumido en innumerables ocasiones del desarrollo económico y del empleo durante su pasada Legislatura. La última vez ha sido el 2 de agosto de 2023, en relación al número personas en situación de desempleo registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), ya que este ha descendido «en 10.968 (-0.41%) con respecto al mes anterior». Sin embargo, por mucho que vaya como una moto en comparación con los datos nacionales, España está al final de la cola en datos de desempleo cuando se compara con Europa.

La realidad nacional de España se ve empequeñecida cuando esta se compara con los datos europeos. Esto es lo que ha vuelto a pasar con el desempleo de nuestro país, el cual no para de bajar y es parte del palmarés político del Gobierno de Coalición, cuyos aplausos se reparten entre la Ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. El último dato ha hecho que ambos políticos se auto reconocieran su labor, y es que en julio de 2023 se ha registrado que el número de parados y paradas se sitúa concretamente en 2.677.874, una cifra que resulta ser «la más baja correspondiente a cualquier mes desde 2008», según la propia Moncloa.

Este aumento en la población activa supone que, porcentualmente, el paro en España se haya reducido hasta el 11,68% en el segundo trimestre de 2023, llegando a datos que solo vistos en hace veinticinco años. Sin embargo, cuando nuestro país mira más allá de sus fronteras económicas se puede observar que estos «presumibles» datos siguen sin quitarnos el primer puesto en la tasa de parados más alta de la Unión Europea, un galardón que España no consigue quitarse «de encima», a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Las políticas españolas no solucionan ser los peores en desempleo de Europa

Desde el punto de vista internacional, la comparación del crecimiento de empleo de España con el resto de estados de la Unión Europea, nuestro país sigue siendo el que más desempleados acumula. Según los datos de Eurostat, el mes de junio de 2023 España cerró el sexto mes del año con un 11,7% de parados, siendo los últimos en la cola de los 27 y seguidos por Grecia, cuya tasa de desempleo nos ganaba en 0,6 puntos, teniendo un total del 11,6% de la población en situación de desempleo.

A pesar de que estos datos corresponden al mes de junio de 2023, el crecimiento de los meses de julio y agosto no ha conseguido sacar a España de su posición en la cola europea del desempleo. Para Eurostat, este 11,7% suponía 10.968 personas más que en julio, según los datos que ha publicado el Gobierno de crecimiento en relación al mes anterior. Aunque se trate de un dato que suponga una mejoría en comparación al año anterior, cuando el desempleo subió en 3.230 personas en julio de 2022, sigue sin ser suficiente para que España pueda decir que está cerca de la media europea, la cual se sitúa en el 5,9% de desempleo.

Una posición de la que no saldremos hasta el 2026

En abril de 2023, el Ejecutivo de Pedro Sánchez envió sus estimaciones económicas a Bruselas bajo el Programa de Estabilidad 2023-2026, un documento que constata las proyecciones macroeconómicas y presupuestarias para los próximos años de España. Es en este informe donde el Ejecutivo aseguraba que no sería hasta 2026 cuando nuestro país alcanzaría un desempleo inferior al 10%, un porcentaje que sigue estando muy alejando de la media de los países europeos, pero que supondría dejar de ser los últimos en la cola del paro de la UE, a menos que el resto de países miembros crecieran con la misma proyección que la española.

Sin embargo, este informe no acertó con la realidad actual, ya que aseguraba que pretendía cerrar 2023 con un paro del del 12,2%, un margen que ya se ha superado a mitad de año, teniendo en cuenta que la temporada de verano destaca por el aumento de población activa en España, seguida de una destrucción de puestos de trabajo cuando finaliza la época estival. Por ello, aunque ni el mismo Ejecutivo de Sánchez esperaba poder «presumir» de los datos de empleo actuales, sigue siendo una carga para un Gobierno que ha apostado por la Unión Europea y para un presidente en funciones que desea ser bien visto y aplaudido en Bruselas.