El Grand Prix del Verano dejó una huella imborrable en toda una generación de niños. Una vez a la semana durante el verano, se reunían en la casa del pueblo, la casa de playa o en su propio hogar junto a sus padres, abuelos o hermanos para disfrutar del emocionante espectáculo. Dos pueblos competían como auténticos gladiadores en un concurso sencillo, sin complicaciones, pero sumamente entretenido y lleno de locuras. Este programa marcó momentos inolvidables y se convirtió en una tradición veraniega para muchos, dejando recuerdos felices y risas compartidas.
1EL REGRESO 18 AÑOS DESPUÉS
El famoso concurso que llenó de emoción nuestros veranos durante la infancia ha regresado después de 18 años con un increíble éxito en audiencia. Aunque han pasado algunos años, el nuevo Grand Prix del Verano mantiene la esencia que lo hizo tan querido hace casi dos décadas. Dos pueblos compiten, un presentador que sigue siendo el alma del programa y el artífice de este esperado regreso, junto al productor Carlo Boserman. Los bolos, la patata caliente, el perrito piloto, los troncos y otros nuevos juegos siguen siendo parte del show. Los alcaldes y padrinos también están presentes e incluso la vaquilla, aunque ahora no es de verdad.