El Ministerio de Interior, regentado por Grande-Marlaska, activó los últimos acuerdos de corte social antes de las elecciones generales del 23 de julio. Dentro las competencias de esta institución se encuentra la completa capacidad de decisión sobre el ámbito penitenciario, lo que le permite a Grande-Marlaska ser el decisor sobre el tipo de formación que imparten las cárceles españolas. Es por esta que Interior ha aprobado un Convenio para que los presos reciban talleres en «formación sexo afectiva de intervención» con la Fundación Sexpol, una organización especializada en sexología que ya tiene experiencia en impartir cursos para la administración.
Este Convenio está gestionado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y se apoya en diferentes artículos constitucionales, así como en el hecho de que este organismo de Interior «debe poner a disposición de los internos de los centros penitenciarios los recursos necesarios para la mejora de su desarrollo personal y facilitar así su integración en la sociedad». Para ello, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, ha considerado que para favorecer a la reinserción de los presos, estos deben recibir una formación de intervención en el ámbito sexo afectivo, cuestión de la que se encargará la Fundación Sexpol a través de diferentes métodos y herramientas formativas.
Además, este Convenio ha sido cerrado con esta organización ya que, el ministerio de Interior considera que la Fundación Sexpol tiene entre sus fines «la promoción, creación y mantenimiento de servicios, centros y programas de Acción Social que aborden los desajustes y problemas sexuales, reproductivos y afectivos que impiden la integración biopsicosocial adecuada de personas, parejas y colectivos, generando situaciones de conflictividad, marginación y de alto riesgo social y personal» y por tanto, que está «está en disposición de ofrecer programas que favorezcan el desarrollo integral de los internos en los centros penitenciarios». En este sentido, la fundación está especializada en sexología desde 1982 y también imparte formación universitaria de posgrado: un Máster en Terapia Sexual y de Pareja y otro en Sexología y Género.
Formación para el «vis a vis»
Según fuentes abiertas, este tipo de talleres están destinados a que los presos y presas tengan acceso a formación actualizada sobre las relaciones sexo afectivas y su gestión, cuestión que se dificulta al estar encerrados en una prisión. Sin embargo, como todo el mundo sabe, el sistema penitenciario permite que los reos puedan tener relaciones sexuales en encuentros íntimos conocidos como «vis a vis». Esto es así porque lo permite el artículo 45.4 del Reglamento Penitenciario, que establece que “se concederá una comunicación íntima al mes como mínimo, cuya duración no será superior a tres horas ni inferior a una, salvo que razones de orden o de seguridad del establecimiento lo impidan”.
En este sentido, Moncloa.com se ha puesto en contacto con la Fundación SexPol para saber si este es el objetivo de los cursos que impartirá en las prisiones españolas, pero no hemos recibido respuesta. Sin embargo, más allá de este silencio, los expertos en sexualidad apuntan a que la falta de la educación sexo afectiva es uno de los principales motivos por los que se comenten delitos de agresión sexual, por lo que impartir este tipo de formación no solo favorece a los encuentros íntimos de los presos y presas, sino que también camina hacia una correcta reinserción en la sociedad en la que las agresiones sexuales no sean una opción.
Una formación para «reeducar» a los agresores sexuales
Dentro del documento oficial presentado en BOE, no se hace ninguna referencia a que tipo de presidiarios van destinados ese tipo de formaciones. Sin embargo, estos de talleres sí están incluidos dentro de la formación destinada a agresores sexuales, según el Programa de Intervención en el Medio Penitenciario destinado a la agresión sexual. En este documento se especifica que «los delincuentes sexuales tienen necesidades particulares» y que por ello «la intervención ha de modular cuáles son» estas necesidades.
En este sentido, esta formación dirigida a la reinserción de los agresores sexuales se centra en «aportar datos que permitan seguir teniendo abierta la vía del tratamiento para los delincuentes
sexuales reincidentes o no reincidentes –internos en prisiones o incluidos en programas comunitarios- a partir de la comprensión de su propia conducta, estilo de vida y pensamientos». Por lo que una formación de estas características contratada por el Ministerio del Interior se acerca a este programa de las instituciones penitenciarias españolas.