Vox no teme una repetición electoral y cree que, en caso de volver a las urnas, su representación parlamentaria no seguiría bajando como ha hecho este 23J. A su juicio, el partido ha demostrado tener un voto fiel que ha seguido optando por su papeleta pese a tener «todo en contra».
Los de Santiago Abascal no se atreven a vaticinar cuál será el futuro de la legislatura, pero trabajan con la convicción de que su resultado no sería peor al de este domingo en un escenario de repetición de las elecciones.
Este 23J, Vox perdió más de 600.000 votos (de los 3,6 millones de 2019 a algo más de 3 millones) y pasó de un porcentaje del 15,08% al 12,04%. Esto se reflejó en la pérdida de un tercio de los diputados con los que contaba en el Congreso, de 52 escaños a 33.
Sin embargo, desde el partido no hacen una lectura derrotista de estos resultados y destacan que han sido capaces de retener a más de tres millones de votantes en un contexto en el que creen que todo el viento estaba en su contra, con ataques por parte de todos los demás partidos políticos, incluido el PP, de los medios de comunicación e incluso de las encuestas.
Diversos miembros de Vox cree que este 23J la formación ha demostrado que tiene un suelo electoral y que sus votos no son fruto del capricho ni la volatilidad, por lo que no temen seguir bajando si hay nuevas elecciones, que además afrontarían sin variar su discurso principal.
Vox señala además que la pérdida de escaños parece más escandalosa que lo que a su juicio es la realidad, como consecuencia de la aplicación de la ley D’Hont y la penalización que les ha causado en provincias pequeñas perdiendo poco porcentaje de voto.
Con este argumento culpan los de Santiago Abascal al PP de haber «frustrado la alternativa». A su juicio, los llamamientos al voto útil de los ‘populares’ han restado apoyos a Vox que podían haber aumentado su representación parlamentaria y tampoco se han traducido en escaños para el PP.
De hecho, Vox difundió al día siguiente de las elecciones un dossier con el ejemplo de cinco provincias en las que Vox se quedó a unos miles de votos de lograr más diputados, mientras que el PP no aprovechó ese exceso de papeletas.
En público, la formación ha evitado cualquier atisbo de autocrítica e insiste en señalar en primer lugar al PP y a continuación a los medios de comunicación y también a las encuestas. Todos ellos, según sostiene, han sido los responsables de que no haya una suma PP-Vox suficiente para desalojar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, la formación sí que analizará los resultados electorales con detenimiento para estudiar qué tendría que cambiar o innovar en una nueva campaña electoral.
REFLEXIÓN EN VOX
Este miércoles, la fundación del partido, Disenso, se ha sumado al debate para contestar a la Fundación FAES de José María Aznar y ha criticado que se culpe a Vox del resultado de las elecciones cuando Núñez Feijóo ha tendido la mano al PSOE, al PNV e incluso a los votantes de Podemos durante toda la campaña.
Disenso acepta que Vox «tiene que reflexionar» sobre sus resultados más allá de «las consecuencias de la llamada al voto útil que ha impedido la alternativa», pero avisa de que no lo hará «al gusto de sus ‘admiradores'».
«Vox ha nacido para sustituir a la izquierda en el poder. No para alcanzarlo pareciéndose a ella ni con ánimo de sustituir al PP. Esa preocupación reside en quienes hablan de patriotismo donde quieren decir partidismo», avisa a sus críticos.