Es uno de los pocos que se ha mantenido fiel a su discurso. El diputado Borja Sémper, uno de los fichajes de última hora del Partido Popular de Alberto Núñez Feijoo, ha declarado que la culpa de la insuficiente victoria del PP la tiene Vox y sus «estrambóticos» movimientos y discursos que movilizaron a la izquierda por el voto útil. El problema es que hay muchas voces en el PP que entienden que parte del error de Feijoo fue precisamente el de demonizar a la extrema derecha cuando la necesitaba para gobernar. Sémper se queda solo, pero también por haber sido el único que ha mantenido su discurso firme incluso después de las elecciones. Mientras Borja Sémper se planta, las voces por escorar al PP más a la derecha crecen al ver el resultado.
En el Partido Popular vuelan los cuchillos y sobretodo ya hay movimientos por ver a qué árbol hay que acercarse ahora que el sol empieza a apretar con fuerza contra el gallego Alberto Núñez Feijoo. Solo unos pocos se han mantenido fieles a su discurso y Borja Sémper ha sido de los que han dado la cara para dar su versión. Desde el principio, el carácter moderado de Sémper dejó claro que Vox no era un socio fiable y que el PP tenía que buscar otras vías para gobernar. A día de hoy, Sémper es más cercano a ese editorial del diario alemán Der Spiegel, en el que han criticado los coqueteos del PP con Vox, que de esa corriente tan creciente que habla de que el PP debe desacomplejarse y abrazar postulados como los de Santiago Abascal. El problema es que al ser el único que ha dado un toque de atención tras lo ocurrido, se ha convertido en objeto de críticas.
Borja Sémper ha pasado de ser un «acierto» para muchas fuentes del PP a ese ideólogo que tomó decisiones que no eran precisamente las más adecuadas para ganar las elecciones. Hay una corriente interna que pide explicaciones por lo ocurrido por esa victoria insuficiente. Para Borja Sémper, la razón por la que no han conseguido un buen resultado tiene que ver con el hecho de que Vox haya movilizado a la izquierda con sus comentarios. Al mismo tiempo, Sémper es un gran defensor de que el PP vaya por libre y siga en ese lado moderado que cada vez se abraza menos en el Partido Popular. «Hemos visto anuncios por parte de Santiago Abascal de que Cataluña iba a arder si el PP gobernaba con Vox y hemos visto gestos estrambóticos con miembros de Vox saliéndose de pancartas el mismo día en el que se había asesinado a una mujer delante de sus hijos «, ha detallado Sémper.
La realidad de Borja Sémper se hace más pequeña dadas las críticas internas que han crecido a medida que las elecciones van dejando pasar la resaca electoral. La presión porque Isabel Díaz Ayuso arrample en Génova y se haga con el control de la séptima planta para presentar un proyecto más cercano a Vox se ha apoderado del partido. Y en esa dinámica, solo los pocos que se han mantenido leales a su discurso, como es el caso de Borja Sémper, están en el punto de mira porque a alguien hay que culpar de la debacle. Aún así, los cuchillos vuelan con cierta discreción porque Ayuso no se ha postulado como una alternativa clara y porque Feijoo no ha dejado de ganar las elecciones y de obtener muchos más diputados.