La idea de que los españoles van a estar muy tranquilos con la elección de Alberto Núñez Feijoo en cuanto al ministro de Economía se refiere, tal y como dijo el presidente del Partido Popular, no contaba con Juan Bravo. Para Feijoo, contar con un nombre de peso para este puesto es una obsesión que incluso tocó a Pablo Isla, expresidente de Inditex, para colocarle en el centro de los comentarios de la séptima planta de Génova. Sin embargo, Juan Bravo, considerado el gurú económico del PP, no parece que vaya a tener un puesto de máxima relevancia, tal y como aseguran algunas fuentes del Partido Popular. Por todo esto, hay quien ya ha empezado a ejercer cierta presión para que Bravo tenga un puesto de relevancia que vaya más allá del de secretario de Estado de Economía. «Tiene que ser ministro», detallan.
Juan Bravo tiene muy buena consideración a nivel interno, pero no tiene «nombre suficiente» como para aspirar a estar en la primera línea de la política, como sí han conseguido otros perfiles menos conocidos como el de Ildefonso Castro, favorito para ser ministro de Exteriores, tal y como acreditan desde Génova. La posición de Juan Bravo en el Partido Popular es de reconocimiento. De hecho, es considerado un gurú económico dentro de la formación conservadora hasta el punto de que ha sido clave en la elaboración del programa económico del Partido Popular. Sin embargo, la necesidad de un nombre reconocido a lo Pedro Duque para colocar al frente de la economía se ha convertido en una obsesión para el presidente popular.
Que hayan puesto «techo» a Juan Bravo no es una decisión consumada, pero sí una tendencia que viene marcada por el hecho de que Feijoo tiene una obsesión por colocar a gente de primer nivel y sobretodo reconocida en el mundo empresarial para lanzar un mensaje de tranquilidad. Lo de Pablo Isla fue más un sueño que un hecho consumado, pero lo cierto es que esa es la línea que persigue Alberto Núñez Feijoo en cuanto a todos los perfiles de economía que estarán dentro del Gobierno. Juan Bravo es el ideólogo, pero no tiene pinta de que vaya a ser el gestor, tal y como acreditan desde Génova. Aún así, estos mismos populares confirman que tendrá un cargo de peso como el de secretario de Estado de Economía o de Hacienda.
Por el momento, el Partido Popular le ha dado una labor a Juan Bravo que busca darle visibilidad. El que Feijoo le haya enviado a hablar en los medios de comunicación sobre el programa económico del PP ha animado al entorno del vicesecretario general de Economía del Partido Popular a considerar que le darán un asiento en el Consejo de Ministros. De momento, todos los titulares en materia económica los da Juan Bravo por orden de Génova. Es uno de los enviados de confianza porque no «flaquea» ni comete errores en su área. Pero de ahí a darle el Ministerio de Economía hay un trecho importante que no parecen estar dispuestos a cruzar. Al menos de momento.
EL PLAN FRUSTRADO DE PABLO ISLA
Se ha hablado desde hace muchos meses, pero Pablo Isla no está dispuesto. En el sector empresarial no creen que, «bajo ningún concepto», quien fue presidente de Inditex vaya a dirigir la economía española. Sin embargo, el PP no desiste. No al menos el presidente de la formación, Alberto Núñez Feijoo, quien tiene claro que necesita un nombre «de peso» para presentar como ministro de Economía. Desde Génova insisten en que el gallego ya ha decidido quién sustituirá a Nadia Calviño, pero la idea de que sea Pablo Isla sigue más que presente en el PP incluso a pocos días de que se celebren las elecciones el próximo domingo. Tener a Pablo Isla como ministro de Economía es una obsesión frustrada, pues los rumores de Génova chocan frontalmente con lo que se dice en el ámbito empresarial.
No hay nadie en el Partido Popular que no sueñe con la idea. Y de hecho, fuentes de Génova dejan claro que Feijoo no ha tirado del todo la toalla todavía ante la idea de que Pablo Isla pueda marcarse un Pedro Duque y acabar en el Consejo de Ministros contra todo pronóstico. El que fue presidente de Inditex de momento no tiene ninguna intención de marcharse al Gobierno, o al menos es lo que dicen desde el sector empresarial. Ya hay quien insiste solo en el hecho económico, pues la llegada de Isla al Gobierno supondría un auténtico descenso en sus ingresos netos. En cualquier caso, saber quién será el ministro de Economía es algo que se ha convertido en un dolor de cabeza para el Partido Popular… sobretodo porque Feijoo ha asegurado desde hace meses que sabe quién será.