Sumar y el PSOE, o lo que es lo mismo Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, infantilizan la campaña electoral, tratando a sus votantes como si fueran al parvulario. «Hola, estamos aquí en el tren, no sé si lo veis…»; «Hola, quiero deciros que me he abierto una nueva cuenta de Whatsapp, si queréis me podéis ir mandando mensajes y yo os voy a ir contestando a cada uno de ellos», son algunos de los mensajes de Díaz durante esta campaña electoral.
Los de Sánchez no se han quedado cortos y han sacado un videojuego con gráficos más propios de los 90. Los dibujos animados, cortesía del PSC de Meritxell Batet y Salvador Illa, muestran, además, más mentiras, la tónica socialista en esta campaña de las elecciones generales.
Díaz se aleja del valor de lo natural en su mensajes para atraer a sus votantes. Como si de una profesora de párvulos se tratara, la candidata de Sumar muestra una vocalización forzada, con un tono que provocaría la risa de los más pequeños de la casa. La estrategia de marketing está muy medida, ya que se dirige de esta forma porque conoce a los votantes y los trata como tales.
EL PSC SE ERIGE COMO EL CARICATURISTA DEL PSOE
En el videojuego de Salvador Illa se muestra a Sánchez como el bueno, el que tiene una puntuación de 99 en derechos y un 98 en propuestas. Feijóo, por su parte, se le ve con una nula puntuación en derechos y propuestas, pero un 90 en crispación y 95 puntos en retroceso. Para el PSC, los pactos con los independentistas, los indultos, acordar una investidura con Bildu, y gobernar con los comunistas de Unidas Podemos no genera ningún tipo de conflicto en el resto de España, sin contar las leyes del sólo sí es sí o los estados de alarma inconstitucionales, con cierre del Congreso incluido.
En el grafismo, se muestra a un Pedro Sánchez saltarín, mostrando sus logros, como la subida del salario mínimo, la revalorización de las pensiones y un supuesto tope al precio de la energía. Este último es una de las grandes mentiras socialistas. En mayo de 2021, el Gobierno modificó los límites máximos y mínimos del precio de la electricidad, todo ello, con una inflación en aumento. El sistema fijaba unos precios de entre de 0 y 180 €/MWh como máximo. En junio, en plena escalada de la inflación, el precio máximo escalaba hasta los 3.000 euros por MWh y un mínimo de -500 euros/MWh, una tomadura de pelo para los españoles.
Sánchez evitó la subida de las pensiones acorde al IPC en 2021 y 2022
EL PSOE ENCUMBRA A SÁNCHEZ EN DIBUJOS ANIMADOS
La inflación en 2021 cerró en el 6,5%, pero el Gobierno se negó a revalorizar las pensiones conforme al IPC. Las subidas de estas nóminas fue del 0,9% y del 2,5% en 2022, muy por debajo del alza de los precios, mientras que en este 2023 se han disparado un 8,5%. No obstante, los pensionistas han perdido poder adquisitivo ya que la inflación acumulada supera con creces el 25%. Algunos estudios apuntan que la subida acumulada desde 2021 alcanza el 40% en los alimentos de primera necesidad.
Volviendo al videojuego del PSC, Sánchez se presenta con más de 320 puntos de vida y la energía llena, mientras que Feijóo apenas presenta 80 puntos, como si de un monstruo de nivel final se tratara. Al candidato del PP se le muestra como un destructor, eliminando la cultura de Virginia Wolf a base de usar su arma definitiva: los pactos con Vox. Sánchez combate contra Feijóo utilizando armamento pesado, como «vivienda pública», «más salud», «agenda verde», «más igualdad» y «más empleo».
Feijóo, por su parte, ha pasado de 80 puntos a tan sólo 20 y dispara con munición como «sanchismo», «autoritario», «débil» o «déspota». La vida de Feijoo cae a cero, mientras la de Sánchez se mantiene en 323 puntos. El juego termina con un «game over, Feijóo».
LA VACÍA PROMESA DE SUMAR Y PSOE CON LA VIVIENDA
El perfil al que se dirigen Díaz y Sánchez es un votante joven, completamente desmovilizado y desapegado de la política, un intento burdo de llamar la atención, sin rigor y con mentiras. Y es que, según los documentos enviados a Bruselas, Pedro Sánchez no ha incrementado la partida para la vivienda pública, pese a prometer 50.000 viviendas de la Sareb y otras 40.000 más a través de una línea ICO de 4.000 millones, procedentes de los fondos europeos. Asimismo, a estos dos paquetes anunció otro de 20.000 en unos terrenos del Ministerio de Defensa. De mantener la promesa, el Gobierno tardaría ocho años, es decir, dos legislaturas en cumplir la palabra.
El problema del Gobierno del líder del PSOE y Yolanda Díaz ya no es que incumpla sus propios anuncios, es que ni el papel, que todo lo aguanta, lo sostiene. Por esta razón tiende a tratar a los suyos como niños de parvulario, a los que poder moldear a su antojo, sin parar ni un momento para la reflexión.