La ministra de Defensa, Margarita Robles, está muy centrada en su futuro profesional y muy poco volcada con su propio partido. La deducción más lógica es que la que confirman desde Ferraz: la ministra de Defensa no se quedará en el Gobierno ocurra lo que ocurra. Dentro de esta dinámica, ha llamado poderosamente la atención la brutal ausencia de los principales ministros durante esta campaña electoral de Pedro Sánchez, pero más la de Margarita Robles, una dirigente escorada cada vez más al ala moderada del PSOE que está completamente ausente de todos los actos electorales. Los actos públicos de Robles solo se centran en cuestiones de la OTAN y de la invasión de Ucrania.
Los planes del PSOE con Margarita Robles hace dos años que no pasan por mantenerla como ministra. Se ha quedado al mando de Defensa por la ausencia de candidatos y por evitar escenificar una auténtica ruptura en forma de crisis de Gobierno. Ya en las elecciones de mayo de 2021 de la Comunidad de Madrid, esas que adelantó Isabel Díaz Ayuso por una torpeza de su vicepresidente, se habló de colocar a Margarita Robles como candidata de PSOE. Ferraz le enseñó la puerta, pero la ministra de Defensa no solo se negó en rotundo, sino que además se puso ante las cámaras de televisión para explicar que no tenía ninguna intención de ir como candidata a Madrid.
La ministra de Defensa, por todo esto, lleva meses en los que no se vuelca por el partido. Ella tiene su propia agenda. Sin embargo, ha llamado especialmente la atención en Moncloa el hecho de que Robles se haya negado a hacer campaña por Pedro Sánchez más allá de algunas declaraciones sueltas en algún canutazo donde le preguntan por el tema. Robles no tiene ninguna intención de dar el do de pecho por un PSOE que lleva meses intentando recolocarla en algún puesto que la saque del Ministerio de Defensa. Pero en Ferraz ven que su comportamiento ha contagiado considerablemente a otros ministros que tampoco han aparecido ni por accidente durante esta campaña electoral.
Robles tiene intención de acabar lejos del Gobierno. La política para ella no tiene mucho más que ofrecer. En Ferraz aseguran las fuentes que está completamente desconectada de los asuntos de partido desde que vio la intención de Moncloa de no contar con ella para un futuro. Se mantendrá a flote como diputada, pero no contarán con ella para mucho más. El hecho de que Margarita Robles haya interferido más de la cuenta en cuestiones como los nombramientos en el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal de Cuentas o el Tribunal Constitucional también le ha pasado factura. En el PSOE no la quieren, no al menos en una posición de relevancia; pero ella le ha devuelto el favor al partido en una campaña electoral en la que solo aparece para hablar de la OTAN.
Robles se ha echado en brazos del control que aún mantiene de la asociación Juezas y Jueces por la Democracia. Y cree que será esta su salida para conseguir colocarse en algún puesto de responsabilidad, siempre con la venia del presidente del Tribunal Constitucional. Respecto a su etapa en el PSOE, la da por amortizada, pero en Ferraz ven que Robles no deja de tensar la cuerda a medida que avanza la campaña y la debacle socialista. Ahora mismo, estas mismas fuentes aseguran que ven a Robles muy volcada con el conflicto de Ucrania, con la OTAN y ven poco movimiento por parte de la ministra en cuando a su futuro. La ven como parlamentaria por los próximos meses, pero son conscientes de que los planes de Margarita Robles pasan por salir del Gobierno.
