Salud: a partir de este nivel de calor, tu corazón puede empezar a sufrir

El verano trae consigo días soleados y altas temperaturas que pueden resultar peligrosas para nuestra salud, especialmente para nuestro corazón. Un reciente estudio realizado con jóvenes sanos revela el umbral de temperatura en el que el corazón comienza a sufrir por el calor.

A medida que la segunda ola de calor del verano se hace presente, los termómetros amenazan con alcanzar los 45 grados, cifra preocupante que puede tener un impacto directo en el funcionamiento de nuestro órgano vital. Este estudio, llevado a cabo en un ambiente húmedo, revela que incluso a tan solo 34º C, la frecuencia cardíaca experimenta un incremento constante. Es decir, nuestro corazón se acelera y nuestra tensión cardiovascular aumenta antes de que la temperatura interna de nuestro cuerpo comience a subir.

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La frecuencia cardíaca: un síntoma temprano

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La facilidad de medir la frecuencia cardíaca la convierte en una señal de advertencia útil para detectar posibles riesgos. Rachel Cottle destaca que si una persona nota un rápido y progresivo aumento de su frecuencia cardíaca, esto podría indicar que su temperatura central está a punto de aumentar. Este aumento en la frecuencia cardíaca podría servir como una señal temprana de advertencia de que es necesario tomar medidas de precaución.

Cuando se detecta un aumento significativo en la frecuencia cardíaca, es fundamental que la persona tome medidas inmediatas para protegerse del calor y evitar un estrés adicional en su organismo. Esto incluye buscar un ambiente más fresco, hidratarse adecuadamente, descansar y, si es necesario, buscar atención médica. Al ser conscientes de los cambios en nuestra frecuencia cardíaca y reconocerla como una posible indicación de un aumento inminente de la temperatura corporal, podemos tomar medidas preventivas a tiempo y proteger nuestra salud cardiovascular.