Las gambas al ajillo son ese plato que siempre consigue el éxito. Cuando hay un bar que las ofrece es uno de los primeros platos que piden los comensales. Cada sitio las hace a su manera, como también cada cocinero/a. Es posible cocinarlas en casa con una receta colosal. Quedarán mucho más ricas que las que se comen en los bares de la playa. Para la próxima celebración familiar no habrá excusa para no lucirte en la cocina.
2Comenzamos el plato más rico del verano
Primer paso. Descongelar y pelar los langostinos. Encender el horno donde se meterán las cazuelas de barro individuales donde se servirán las gambas para que queden calientes. 2. Limpiar los langostinos quitando la tripa. 3. Cogemos una sartén de acero inoxidable o hierro y colocamos un vaso de aceite. La cantidad de aceite variará según sea la base de la sartén. No es necesario que los langostinos queden cubiertos, pero sí que llegue hasta la mitad. Otro punto importante es que los langostinos no queden unos encima de otros, porque tienen que cubrir la base de la sartén.