Felipe VI y Letizia rompieron con todas las tradiciones al casarse. El rey de España (entonces era príncipe) contrajo matrimonio con una “plebeya” y encima divorciada. La reina consorte era periodista antes de ser monarca, pero nada importó. Su amor era más fuerte que cualquier otra cosa. Sin embargo, pareciera que el pasar del tiempo, la paternidad y las obligaciones reales está distanciando a lo que una vez fuera una pareja de ensueño.
4En 2020 todavía permanecía viva la llama del amor
En 2020, Pilar Eyre redactó: “Continúa loco por ella… Letizia coquetea con él y a Felipe eso le fascina. Ella lo quiere, es indudable, pero es más fría en sus expresiones, a él se le nota mucho, no puede disimularlo’, me cuenta una fuente cercana a la pareja”. Hace un año, sus declaraciones cambiaron a: “Felipe ya no siente por su mujer aquel deslumbramiento de los primeros años (“Está encoñado”, decían los amigos) pero ha aprendido a disculpar sus fallos (impuntual, impertinente, sabihonda, caprichosa) y a valorar sus virtudes (responsable, trabajadora, aguda, curiosa, divertida)”.