Como un padre preocupado por el desarrollo de sus hijos, el Gobierno socialista de Sánchez da «una de cal y otra de arena» a sus autónomos. Solo han pasado unos meses desde que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunciaba que la solución de la solvencia futura de las pensiones recaería en gran parte sobre los trabajadores por cuenta propia.
Ahora, a menos de veinte días de las Elecciones Generales del 23 de julio, su homóloga en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, financia con los Fondos Europeos la digitalización de pequeñas empresas y trabajadores en «situación de autoempleo».
El ministro Escrivá se encontró en la situación de crear una solución para que el sistema de pensiones siguiera siendo viable y, a la vez, diseñó un nuevo plan de cotización para los autónomos basado en, según palabras del ministro, «ingresos reales». Con este proyecto, Escrivá pretende solucionar el problema de solvencia de las retribuciones a las personas jubiladas y a la vez crear un nuevo sistema de pago de cuotas para los trabajadores por cuenta propia. Con esta estrategia
Sin embargo, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) hizo un análisis de este nuevo sistema por tramos y aseguró que «aumenta de manera inasumible y desproporcionada la carga que dejará caer sobre los hombros de los trabajadores por cuenta propia para mantener el futuro de las pensiones».
Así, los trabajadores cuya pensión resulta hasta un 40% inferior que la de los trabajadores del régimen general, serán los encargados de «aportar el 40% de los ingresos adicionales destinados a mantener las pensiones en 2032». Una decisión que, mientras el ministro considera que «supone una mayor protección para este colectivo», los trabajadores de cuenta propia asimilaron la decisión del Gobierno sintiéndose como «los grandes paganos del sistema de pensiones».
Los autónomos, pagadores de pensiones pero receptores de subvenciones
Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez haya aprobado un sistema por el que acorrala a los autónomos a fijar una tramo de cotización, les devuelve ese dinero con Fondos Europeos. Así, en caso de que los autónomos tengan dificultades para invertir en la digitalización de su proyecto o empresa por cuestiones económicas, como puede ser por el pago de la cuota creada por Escrivá, podrán optar a una subvención estatal procedente de los fondos europeos.
Para ello el Gobierno promueve el Kit Digital, activo desde 2021, con el que el ministerio de Nadia Calviño pretende invertir un total de 3.067 millones de euros hasta el 2025 en la digitalización de los autónomos.
Así, el proyecto del Gobierno consiste en que cada uno de los trabajadores y pequeños empresarios paguen 2.500 euros más, de media, en el sistema de pensiones a partir de 2032, pero se les compensa con una subvención procedente de los fondos Next Generation para que puedan invertir entre 2.000 y 12.000 euros en la digitalización de su empresa.
Sin embargo, teniendo en cuenta que la subvención es un único pago y que el pago del tramo de la cotización es mensual y ascendente con los años, puede haber un desequilibrio entre lo dado y lo recibido por parte del Estado a los autónomos.
Los autónomos soportarán el 40% del gasto en pensiones en la época que más jubilados habrá en España
Dentro de los planes del ministro Escrivá, entre 2030 y 2040 serán los años en los que más gente se jubilará ya que se jubilará «una generación muy ancha seguida de una muy estrecha». Por tanto, esta época será el principal escollo que deberá asumir la Seguridad Social con respecto al gasto en pensiones.
Es por estas previsiones y por la situación actual de la hucha de las pensiones que el ministro de la Seguridad Social ejecutó el «Plan Escrivá», con el que depositó a largo plazo la responsabilidad económica de las jubilaciones sobre los hombros de los trabajadores por cuenta propia.
Teniendo estos datos, el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha activado todas sus herramientas para llegar a esa fecha con una bolsa económicamente preparada para las pensiones. Por ello, los más de 3 millones de inscritos en la RETA están siendo también beneficiarios de ayudas gubernamentales, procedentes de los fondos europeos, con las que compensar el peso que se ha depositado sobre ellos para que las generaciones a punto de jubilarse, puedan tener una pensión tan digna como la actual. Sin embargo, más allá de las subvenciones que el gobierno ofrezca, los autónomos ya se posicionaron frente a la reforma de las pensiones asegurando que «no lo iban a permitir».
