En nuestras costas, los chiringuitos trascienden su función básica de servir comidas, tapas y bebidas refrescantes durante los días cada vez más calurosos del verano. Estos establecimientos playeros forman parte de nuestra cultura y reflejan nuestra identidad.
Cuando pensamos en un chiringuito rápidamente nos viene a la memoria el aroma a frituras, el delicioso olor de las sardinas asadas a la parrilla, la frescura de los cítricos o las paellas por encargo. Las patatas fritas en bolsa y esos helados que se deshacen apenas se les quita el envoltorio. El constante murmullo de voces que se eleva sobre los acordes monótonos de la típica canción de verano, con el sonido de fondo de las olas rompiendo en la playa. Sin duda, es una experiencia veraniega que a todos nos hace felices.
6EL PUNTAL, SANTANDER
Este chiringuito se destaca en el norte de España. Para llegar a él, es necesario tomar una lancha y atravesar la bahía de Santander. Aquí puedes disfrutar de espectaculares zamburiñas a la plancha y deliciosos tartares de bonito, mientras contemplas las tranquilas aguas del Cantábrico.