El móvil se ha convertido prácticamente en una extensión de nosotros, y quien más y quién menos, está enganchado a utilizarlo. Vigilamos que tenga suficiente batería, nos lo llevamos a donde sea, lo revisamos continuamente. Incluso aunque no seas demasiado consciente de ello y pienses que para nada eres adicto, si instalas una de esas aplicaciones que contabilizan el número de veces que lo chequeas al día, es muy posible que te asustes.
6UNA ADICCIÓN REAL CON SÍNDROME DE ABSTINENCIA
La cuestión de la dopamina también explicaría por qué cuando nos olvidamos el móvil o nos quedamos de improviso sin batería, experimentamos todos los síntomas asociados al la abstinencia. Palpitaciones, sudores, inquietud, malhumor, una necesidad irresistible de conectarse, de tener el móvil en la mano y abrir tu aplicación preferida…
En una universidad canadiense se realizó un experimento que demostró que muchos participantes experimentaban miedo, angustia y estrés al quedarse sin su smartphone. Bastaba con 10 minutos sin el dispositivo para que su cerebro comenzara a liberar elevadas cantidades de cortisol.