El móvil se ha convertido prácticamente en una extensión de nosotros, y quien más y quién menos, está enganchado a utilizarlo. Vigilamos que tenga suficiente batería, nos lo llevamos a donde sea, lo revisamos continuamente. Incluso aunque no seas demasiado consciente de ello y pienses que para nada eres adicto, si instalas una de esas aplicaciones que contabilizan el número de veces que lo chequeas al día, es muy posible que te asustes.
5EXCESO DE DOPAMINA
El enganche al móvil también cambia la química cerebral, ya que tiende a sobreestimular el centro de recompensa. Cada vez que recibimos una notificación, un mensaje privado o un like, nuestro cerebro segrega un chute de dopamina que nos hace querer más. Incluso se produce dopamina cuando solo miramos la pantalla esperando un mensaje, aunque no hayamos recibido nada. Por eso podemos mirar la pantalla hasta 300 veces al día, en busca de nuestra dosis de dopamina. Este patrón de conducta es el mismo que experimentan personas con ludopatía o adición a las compras.