Alejandro Fernández es uno de los políticos más carismáticos de Cataluña. Su labor al frente del Partido Popular de Cataluña (PPC) está dando sus frutos tras la situación crítica dejada por los hermanos Jorge y Alberto Fernández y la guerra interna por quedarse con los restos de un partido llamado a desaparecer.
«Alejandro Fernández ha recompuesto el partido», han asegurado fuentes empresariales consultadas por MONCLOA. «No sólo lo digo yo, conste», han apostillado. Las mismas fuentes señalan que el empresariado se ha reunido y difundido la posibilidad de un cambio drástico en La Moncloa y «el líder del PPC tiene mucho que decir al respecto», al menos en Cataluña.
Desde el empresariado consideran muy factible la vuelta a la geometría variable y del votante del PP en Cataluña, una situación que se registró en 2012, con los pactos entre PP y CiU. En este sentido, recuerdan que el votante tradicional de CiU votará al PP en autonómicas ante la deriva radical de Carles Puigdemont y Miriam Nogueras, pero cambiarán la papeleta en las generales. «Los dos escaños por Barcelona se van a quedar muy cortos en estas elecciones», auguran las fuentes. El PP de Cataluña y Génova manejan sondeos con hasta siete diputados únicamente por la provincia de Barcelona, más del triple de hace cuatro años.
Los dos escaños por Barcelona se van a quedar muy cortos en estas elecciones
No obstante, en Génova están animando una guerra fratricida dentro del PP catalán. La guerra interna para despojar a Alejandro Fernández de sus cargos está alentada por Manu Reyes, Dolors Montserrat y por Xavier García Albiol, quien permanece muy atento desde el privilegiado trono del Ayuntamiento de Badalona y sabedor de su crucial decisión para otorgar el gobierno de la Diputación de Barcelona al PSC.
DOLORS MONTSERRAT Y MANU REYES TRATAN DE HACERSE CON EL PPC
Montserrat y Reyes buscan hacerse con el control total del PPC, en manos ahora de Alejandro Fernández, pero García Albiol no da su brazo a torcer, más después de ostentar una mayoría absoluta en Badalona, la quinta población más importante de Cataluña. De hecho, Santi Rodríguez es su hombre de confianza en el Parlament, mientras Alejandro Fernández se ha negado de forma tajante y pública a ir a Madrid como número por Tarragona. «Me quedo en Cataluña», ha respondido a la intención de Génova de sacarle antes de tiempo del Parlament.
Los empresarios consultados no son ajenos a esta batalla, pero consideran que los cambios normativos y las sucesivas subidas de impuestos de Pedro Sánchez, así como un gobierno de la Generalitat ocupado en la ideología antes que en la economía, son motivo suficiente para dar la opción al PP de Alberto Núñez Feijóo. «Si el PP no crece en Cataluña, es muy difícil echar a Sánchez de La Moncloa», han considerado.
Los elogios a la labor de Alejandro Fernández se han sucedido en cada una de las conversaciones. «Hombre de palabra y un político a la altura de la circunstancias», definen las fuentes consultadas. «Se ha reunido con todos y hablado de las preocupaciones. Lo que ha podido cambiar, lo ha cambiado», han considerado. Este grupo nutrido de empresarios se deshace en elogios a quien es el líder del PPC en Cataluña. «No se puede ningunear la labor realizada. Recogió un partido muerto, en 2017, donde nadie quería ponerse al frente, ni Manu Reyes ni Dolors Montserrat», han recordado.
LOS EMPRESARIOS PONEN EN VALOR LA LABOR DE ALEJANDRO FERNÁNDEZ
«Alejandro Fernández consiguió la representación en las dos elecciones de 2019, ha conseguido mantenerse en el Parlament en 2021 y ahora, con la inercia de todas las elecciones ocurridas desde entonces, ha duplicado concejales en Barcelona», han destacado. «Si hubieran puesto a un perfecto desconocido en las elecciones municipales tendrían los mismos concejales», han sostenido.
Cabe recordar que el PPC puso a la venta la sede en Barcelona, con anuncios en inmobiliarias, tras la debacle de 2019. El dinero serviría para reducir el espacio ante la multitud de despedidos, pero Fernández dio marcha atrás, con una estrategia muy definida para tratar de atraer al votante de Ciudadanos. El fichaje de Lorena Roldán fue un ejemplo de ello, pero ni mucho menos como cabeza de lista.
«Desde Génova han mostrado una incapacidad infundada sobre el liderazgo del PPC al situar al frente a Nacho Martín Blanco. ¿No había nadie en el PPC para exponer las ideas?», reflexionan las mismas fuentes. Martín Blanco es un gran activo político, es indiscutible, pero situarlo de primero en las listas por Barcelona y rebajando a los históricos, como María de los Llanos de Luna, que pasa de segunda a cuarta posición, «es un ninguneo».
GÉNOVA TRATÓ DE CALLAR A FERNÁNDEZ POR UN ASIENTO EN EL CONGRESO
En esta guerra, Alejandro Fernández es ahora el líder al que se quiere cortar su carrera política, una decisión que se adopta desde Génova para eliminar todo rastro de quienes apoyaron a Pablo Casado, aunque las puñaladas de su equipo al PPC se sintieron una vez que el ex candidato a la Presidencia recibió un soberano varapalo en las urnas.
Pese a estar en el Parlament por la provincia de Tarragona, Fernández tiene una buena reputación entre los afiliados de Barcelona, como por su tierra. No obstante, Génova trató de dar una salida a Alejandro Fernández al Congreso de los Diputados, como si quien se enfrentó a Quim Torra soltándole que eran un «par de españolazos» o cantando a Manolo Escobar en el Hemiciclo catalán fuera a venderse por un asiento.
«Quisiera agradecer, de todo corazón, la oportunidad que me brinda mi partido de volver al Congreso de los Diputados. Pero me quedo en Cataluña», señaló en redes sociales ante el ofrecimiento del equipo de Feijóo. Toda una respuesta y las que aún quedarán hasta que Pere Aragonès decida convocar elecciones autonómicas.