Orange es mucho más que una empresa de telecomunicaciones, y en su momento decidió ir más allá de ofrecer sus servicios de telefonía móvil, internet o televisión para meterse de lleno en el ámbito financiero de la mano de la aseguradora francesa Groupama. Sin embargo, finalmente ha sufrido un batacazo que todo el mundo veía venir y que ahora es una realidad.
7EL BANCO NO ERA RENTABLE
El banco de Orange nunca fue rentable, a pesar de que era una de las grandes apuesta de Stephane Richard, anterior consejero delegado de la compañía. El negocio financiero es muy complicado para una empresa de servicios como esta, y ya en su día los propios responsables aseguraron que tardarían varios años en evitar perder dinero.
Con esta decisión, se busca suprimir un servicio que ya era un lastre y que les hacía perder recursos, dado que veían como era muy complicado poder competir con los grandes protagonistas del mercado. A pesar de lo difícil que era hacerse con un hueco en este negocio, en España ha conseguido superar los 205.000 clientes.