El estrés es un fenómeno común en la sociedad moderna y puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y cognitiva. La respuesta de lucha o huida del organismo está relacionada con cambios físicos en el cerebro debido al estrés. El estrés crónico, causado por preocupaciones laborales, problemas personales y presión social, afecta la memoria, la concentración y provoca esas sensaciones en la que ‘te despistas’, de forma frecuentes.
Sin embargo, existen soluciones para gestionar y reducir el estrés. El ejercicio físico regular, la meditación, el mindfulness y el apoyo social son estrategias efectivas. Además, prácticas de relajación como la meditación, el yoga, la relajación muscular progresiva y la respiración profunda pueden aliviar el estrés.
7Prácticas de relajación
Existen diversas prácticas de relajación que pueden ayudarte. Una opción es la meditación, que implica concentrarse en la respiración y calmar la mente. Otra práctica efectiva es el yoga, que combina movimientos suaves con técnicas de respiración profunda. La práctica regular de ejercicios de relajación muscular progresiva, donde se tensan y relajan diferentes grupos musculares, también puede ser beneficiosa.
Además, la respiración profunda y consciente, donde se inhala profundamente por la nariz y se exhala lentamente por la boca, puede reducir la ansiedad y promover la relajación. Asimismo, dedicar tiempo a actividades placenteras como leer, escuchar música relajante o dar paseos en la naturaleza también pueden ayudarte. Experimentar con estas prácticas y encontrar la que mejor se adapte a cada persona puede brindar un alivio significativo y mejorar el bienestar general.
